Pearl Jam en Chile: Un show para la inmortalidad
Primero que todo, es difícil después de un show así recomponerse y sentarse en el escritorio a escribir esta nota. Simplemente la adrenalina y la emoción siguen a full, recuerdos maravillosos que sabes que van a durar mucho por tu cabeza, un show lleno de postales y de momentos clave, como los que suele dejarnos siempre Pearl Jam. Pero lo de anoche, por lo épico, por lo profundo, y por la energía de cincuenta mil personas ahí en ese gran Estadio de patrimonio patrio, donde cosas tan tristes y a la vez tan alegres han pasado, marcaba una diferencia. Este sin duda es otro hito de varios, como Rush, Roger Waters, Iron Maiden que han logrado la proeza de llenarlo y han dejado conquistados nuestros corazones rockeros.
A las 21.00 ya se veía muy lleno el Nacional, era que no si ya se habían agotado totalmente las entradas horas antes del show. La banda salió a escena a eso de las 21.09 con la maravillosa ‘Pendulum’ de su reciente disco, que fue protagonista ayer en la lista de canciones. La aparición de la banda fue sencilla y tremenda al mismo tiempo, nuestro querido Eddie Vedder se mostraba para recibir su primera ovación de muchas (con polera de sus venerados DEVO, banda que más de alguna vez le ha rendido tributo) y por supuesto los otros cuatro mosqueteros, que son parte fundamental que esta banda sea tan grande como lo es hoy en día.
Pero esa fue la intro de la intro, ya que la que de verdad nos dejó devastados es la tremenda ‘Release’ y la emoción fue heavy: PJ tiene esa capacidad de transmitir eso y esta canción tenía de sobra. Vedder con su botella de vino que lo acompañaría toda la jornada como es costumbre. Stone Gossard empezaría a lucirse y agarra la acústica para la interpretación de la gran ‘Nothingman’ de «Vitalogy», para luego recibir el primer saludo de Vedder: «¿Están bien? ¿Felices?!-decía.
El rock llegaba y los primeros mosh se desataban: ‘Go’, ese tremendo track de apertura del «Vs.» y uno de los héroes de la jornada se lucía: Don Mike McCready y sus solos impresionantes que desbordan intensidad, con esta cosa tan Hendrix que lleva en la sangre. La furia de este tema, que es casi punk pero muy rockera al mismo tiempo, ponía en llamas al Nacional completo. ‘Mind Your Manners’ segúia la senda, con Gossard en apoyo vocal y con un Matt Cameron sólido de principio a fin con esa crudeza tan característica que tiene para pegarle a los tarros. Los «eh-eh» de un público que se paraba por completo de sus asientos hacía más enérgica esta increíble primera parte del show. Momento de ‘Corduroy’ apoyada por los aplausos de la gente y del propio Vedder. El nuevo ‘salud’ llegaba junto con la gran ‘Lightning Bolt’ que titula su nuevo disco, con McCready dándole y dándole a su wah wah entregando una fuerza inmensa en sus solos de guitarra.
Vedder había entrado con un archivo completo de ‘torpedos’ en español que empezarían a ser parte fundamental de su conexión con el público, llegaba el momento de sacar el primero y nos lee: «Hemos estado 5 días conociendo gente buena onda y anoche habían cantantes afuera del hotel y cantaban muy fuerte- no dejaban dormir!- pero estábamos muy felices porque cantaban bien», junto con agradecer a la radio Sonar FM por el vino que fue su gran compañero durante la jornada.
‘Even Flow’ que sonó maravillosa, una de las más preciadas de su repertorio por ese power tremendo que tiene, y como es costumbre, un extendido jam donde McCready y el clavijero hicieron de las suyas nuevamente. La emotiva ‘Sirens’ nuevamente diría que «Lightning Bolt» tiene argumentos para hacer vibrar a una audiencia multitudinaria y Eddie Vedder se quejaba de su pobre pero tierno español para nuevamente agradecer esta tremenda convocatoria.
Pero faltaba mucho más por delante, ‘Light Years’ dejó emocionadísimos a muchos, seguida de ‘Severed Hand’ y la gloriosa ‘Daughter’. Eddie pedía un paso para atrás aún con el trauma de no ver morir gente aplastada como lo que pasó hace años en Roskilde, Dinamarca. El «Backspacer» se hacía presente con una de las buenas de aquel registro: ‘Got Some’. En ‘In Hiding’ Gossard tomaba la batuta con la guitarra principal, un tema muy poco tocado por parte de la banda, fue una de las sorpresas de la noche.
Otro capo que tendría su momento de lucimiento fue Jeff Ament, reverenciado por el propio Vedder cuando llegó el turno de la gran ‘Rearviewmirror’. Viendo esta canción y todas las que pasaban daba como para volarse reflexionando la cantidad de canciones buenas que tiene la banda, pese a que sonaron 28 hermosos temas, la banda estaba dejando como una cincuentena más increíbles fuera. Una vida de música pasaba ante nuestros ojos.
A las 22.30 llegaba la primera pausa, lo cual nos decía que estábamos ante la mitad del show, fueron algunos minutos solamente para ver de regreso a Vedder con guitarra y nuevo discurso: «Gracias a todos por la invitación, todos hacen que sea una noche muy especial. De todo corazón, muchísimas gracias.» para luego mandarse ‘Just Breathe’ diciendo que había sido inspirado por un mal momento hace un par de años y con imágenes de chicas del público apareciendo por la pantalla.
Se venía momento de homenajes a sus mentores: ‘Mother’ de Pink Floyd sonaba para delirio de muchos pinkfloydianos que se encontraban ahí, para luego darle el merecido respeto a otro de su ídolos: «Este año el creador de esta canción tendría 70 años, lo extrañamos, el mundo lo extraña, pero él nos dejó las mejores canciones, levantemos nuestras luces por John Lennon» decía e ‘Imagine’ sonaba con TODO un Estadio Nacional prendiendo las luces de sus teléfonos en un momento para atesorar, una energía impresionante nos dejaba esta canción.
Como si fuera poco llegaba ‘Black’, que no podía faltar: inmensa, tremenda y calaba huesos. ‘Do the Evolution’ hizo explotar nuevamente al Nacional y el rock sin freno de ‘Porch’ nos mostraba a la banda interactuando con esta especie de ampolletas gigantes, que se mecían de un lado para otro entre los músicos, quizá lo más parafernálico del show. Espectacular. Primera despedida de la banda.
«Bacán» decía Vedder a su regreso para darnos otro gran regalo: ‘State of Love & Trust’, tremendo tema que sonó a todo cañón hasta las galerías. La hermosa ‘Betterman’ nos decía que soñaríamos en colores esa noche y el turno para un nuevo discurso (y quizá el más notable de la jornada): «Un salud por los campeones de América, el vino está para chuparse los bigotes, un manjarsh!» desatando carcajadas y los «olé, olé, olé, Chile, Chile!».
Se prendían las luces, signo inequívoco que quedaba muy poco. La gloriosa ‘Alive’ de su debut nos azotaba nuevamente. Vedder hacía reverencias al público, al cual también les regaló su botella entre otras cosas, también ya había bajado a saludar, pero quedaba algo de rock y del bueno, dos broches de oro: primero su estridente versión de ‘Rockin’ in a Free World’ de Neil Young , que sonó de una forma épica. Vedder, como si no se hubiese despachado un show de más de dos horas mostraba más energía que nunca, corriendo de un lado para otro, tomando los panderos en el aire y lanzándoselos al público. Una fiesta increíble.
Luego los acordes de ‘Yellow Ledbetter’ de verdad nos daban pena, ni siquiera por la emoción del tema, sino porque sabíamos que esto era lo último como ya es clásico en sus shows. Un show para atesorar (otro más). Quizá ya resultaría algo inútil empezar a discrepar cuál ha sido el mejor, si éste u otro concierto en Chile de Pearl Jam, pero es seguro que la noche de ayer hizo brotar lágrimas a muchos. El solo hecho de estar ahí con toda esa gente era algo alucinante, y con la banda al frente, mostrándonos lo mejor que saben hacer, tras una carrera impresionante y un saco inmenso de buenas canciones, fue algo impagable. Seguramente para muchos quedará como el show del año (y eso que hemos vivido bastantes de primera factura). Simplemente decir gracias.
Por Patricio Avendaño R.
Fotos: Lotus Producciones
Setlist: (de puño y letra de Eddie Vedder)
Gran reseña! Pero ey…’Got some’ no es de la palta !!!
Saludos.