Stories from the City, Stories from the Sea es un disco donde PJ Harvey alcanzó uno…
PJ Harvey- I Inside the Old Year Dying (2023): Un vuelco en la inspiración
Partisan, 2023
Si bien es verano en Europa por acá en Sudamérica julio sirvió como un mes muy apropiado para recibir la inspiración invernal que nos trae lo nuevo de PJ Harvey, uno de sus álbumes más pulidos artísticamente, influenciado por su propio libro de niños y que nos muestra a una Polly Jean en una etapa llena de interrogantes acerca de su vida y su carrera.
“Realmente no estaba segura de lo que quería hacer: si quería seguir escribiendo álbumes y tocando, o si era hora de un cambio en mi vida: ‘Está bien, he hecho esto durante mucho tiempo. ¿Quiero seguir el resto de mi vida haciendo lo mismo?», dijo en el período que le llevó saltar desde su última placa a este trabajo.
Si bien, es un disco que conserva la voz y melodía de la cantante, no es un disco fácil ni de «primera escucha». Hay una intimidad sobria con aires del bien cuidado White Chalk, sin embargo no abusa del piano y ni lo posa como eje gravitacional, pero también hay guiños del folk de Uh Huh Her de 2004. Y en términos concretos, hay un giro radical, se cambia la filosofía crítica y denunciante acerca de las guerras de Let England Shake y Hope Six para enfocarse firmemente en sí misma. “Instintivamente necesitaba un cambio de escala”, ha dicho Harvey. «Había un verdadero anhelo en mí por volver a convertirlo en algo realmente pequeño, por lo que todo se reduce a una persona, un bosque, un pueblo».
Los paisajes, personajes, la atmósfera, los poemas son todo y cual Patti Smith PJ se nos revela como una artista de tomo y lomo: de partida este álbum es hermano de su libro Orlam, una novela en verso escrita en la densa lengua vernácula de Dorset, tan extraña como encantadora. En aquel libro, como un oscuro almanaque poético, registra, mes a mes, un año en el que su heroína, Ira-Abel Rawles, de nueve años, deja atrás la inocencia de su infancia, pero también se palpa que no solo es un retrato ficticio, con bosques, brujas y hogueras, también tiene algo real de la propia PJ Harvey y el sorteo de dificultades y evolución durante su carrera como cantante, un ejemplo es que un personaje toma parte del nombre de Elvis para generar a la vez el suyo y tal vez parte de su identidad.
En la apertura «Prayer At The Gate», suena a la vez dolida y distraída: su voz se eleva a un tono casi religioso, “Autumn Term” tiene un falsete inusual y algo divertido, y el ruido de los niños jugando se empalma con el hechizo de la canción. En «The Nether-Edge», su voz va y viene, habla de la superstición y la oscuridad que suena como un canto de patio de recreo, pero se las arregla para saludar tanto a Hamlet como a Juana de Arco, mientras teje un hechizo sobre «femboys» y una «no-niña” siendo su personaje “zwealed” quemado en la hoguera, en tanto «Lwonesome Tonight» alcanza uno de los puntos vocales más increíbles, y en ese aspecto PJ no entrega ningún cuestionamiento.
Con tanta fábula, reflexión interna y auto cuestionamientos se podría dudar del resultado de un disco sólido y en estricto rigor, no lo es a priori, porque tiene detalles por descubrir. Este nuevo trabajo es el sonido de una artista que obviamente no estaba segura de qué camino tomar y cómo, pero ha unido sus propios mundos creativos en algo significativo. Si Harvey habla de estar «desconsolada» por el temor de haber perdido cierto amor por la música después de 2017, y cómo poco a poco encontró un camino nuevamente al tocar sus canciones favoritas de otros artistas en el piano o la guitarra: Leonard Cohen, Nina Simone, The Stranglers, The Mamas and the Papas y más. El resultado está a la vista y escucha.