La gran PJ Harvey ya está con nuevo material, el cual compondrá lo que será…
PJ Harvey – “Let England Shake”: paisajes de una tierra desencantada
Island Records / Vagrant Records, 2011
Siempre innovadora, PJ Harvey ha sabido evolucionar y reinventarse a lo largo de su carrera musical. En «Let England Shake», su octava placa de estudio, Polly se transforma en poeta de guerra, narradora y a la vez testigo de las duras consecuencias de los conflictos armados a nivel global. Este disco es una carta abierta de reproche, un remezón que comienza por casa, con una crítica indiscutible al nefasto desempeño que ha tenido Inglaterra, su tierra natal, y su ensangrentado historial colonialista. Un trabajo totalmente veraz, con una mirada intensa y un sello muy particular. Grabado en una pequeña capilla en el condado de Dorset y producido por la misma PJ junto a sus inseparables colaboradores: John Parish, Mick Harvey y Flood.
Let England Shake significó un nuevo comienzo para Polly, marcado por un cambio en su forma de componer: las palabras se transforman en el origen de la creación y los instrumentos son la traducción al lenguaje musical. Juntos logran una obra de elementos inseparables.
El disco arranca con el tema que le da su nombre. Con exaltación, nos enlista en un conflicto sin escapatoria. De la mano de un patriotismo romántico y traicionero, poco a poco nos va mostrando su lado oscuro y devastador. The Last Living Rose y The Glorious Land, actúan como el primer bloque de guerra, el momento en que se inicia la cruzada en el campo. Aquí, los instrumentos parecieran acompañar la batalla, mientras los sonetos de PJ comienzan a cuestionar el porqué de la efervescencia inicial.
The Words That Maketh Murder, representa el cambio en los ánimos. Es el momento en que entra la perplejidad y el desengaño; cuando la realidad palpable y violenta, oscurece la visión y la desolación emerge como la única compañera. All and Everyone y On Battleship Hill representan ese bloque de soledad, la desesperación, el llanto e incluso el frío; voces reverberantes lloran a todos los caídos. England, es el cuestionamiento a un país ingrato y de sabor amargo, pero por el cual se siente un vínculo estrecho. In the Dark Places y Bitter Branches, de sonoridades mucho más cercanas a discos como Is This Desire?, exponen la notable participación de los multiintrumentistas John Parish y Mick Harvey (voces de acompañamiento, piano Rhodes, guitarras, bajo, baterías, mellotrón, xilófono, entre otros). Un último bloque cierra el álbum: Hanging on the Wire, Written on the Forehead y The Colour of the Earth, que nos encaminan al ritual de la muerte, la despedida y el memorial para aquellos que partieron.
PJ Harvey se sumergió, por largo tiempo, en la experimentación con instrumentos menos tradicionales, como el autoarpa, la cítara, el violín y el saxo, para conseguir un disco de sonido próximo al Folk y de temáticas atípicas. Su trabajo terminó dándole merecidos frutos al obtener el Mercury Prize en 2011 y ser considerado por varios medios, como uno de los mejores álbumes de ese año. Ad portas de cumplir una década, es una placa muy interesante que sorprende por su elocuencia, madurez e integridad.