Warner Music UK, 2021 Cuando Royal Blood lanzó su álbum debut en 2014, la prensa los elevó…
Pond – 9 (2021): anarquía y revolución creativa, el camino hacia la abstracción
Spinning Top Records, 2021.
Dejando de lado los tonos del constante y parejo pop psicodélico que impregnó sus últimos tres discos, los australianos Pond regresan con 9, su novena placa de estudio, trayendo consigo aires de renovación y la energía suficiente como para estremecer no sólo a sus seguidores. De la mano de la experimentación y la improvisación, dan vida a un mundo sonoro lleno de transiciones desenfrenadas y una admirable anarquía creativa. Una propuesta musical que partió con grabaciones de jam sessions en cintas reel y que terminó con 9 pistas finales de una interesante mezcla de new wave, pop rock, synth-wave, post punk, música disco y jazz. “Creo que logramos movernos a lo largo de una cuerda floja de neón, entre la espontaneidad estroboscópica totalmente desquiciada y la propulsión enfocada hacia adelante”. Explicaba su líder, Nick Allbrook, para la NME frente a este caótico resultado de tan solo 39 minutos con 13 segundos de duración. Producido por la misma banda y mezclado por Jay Watson y James Ireland, la placa vio la luz el 1 de octubre, con cualidades de sobra como para posicionarse dentro de los mejores lanzamientos internacionales del 2021.
Inspirados en la vida y obra de Agnes Martin (1912-2004), pintora canadiense definida por sí misma como la última expresionista abstracta, ‘Song For Agnes’, primera canción del disco e imán de magnetismo revelador, abre una ópera de atmósferas espaciales. Acompañado de sintetizadores, distorsión y rítmica confusa, Allbrook canta “There’ll be Nothing but blue Skies from now on, baby” (No habrá nada más que cielos azules a partir de ahora cariño), entregando así una fructífera experimentación sonora hacia un universo extraterrestre, un estimulante sensorial que finaliza con un outro jazzero protagonizado por un saxo melancólico y casi solitario. Una vibrante ‘Human Touch’, canción de atmósferas agitadas, con guitarras distorsionadas que incrementan la convulsión, evidencia el efecto post-pandémico con el que todos hemos tenido que lidiar, volver a conectarse con la humanidad ya no es tarea tan fácil: “I need some human connection / I need some human touch / been behind these screens so long” (necesito una conexión humana / necesito un toque humano / he estado detrás de estas pantallas por demasiado tiempo). Cuenta con una pieza audiovisual, dirigida por Duncan Wright y Nick Allbrook, con pasajes del clásico cinematográfico Godzilla, King Of The Monsters (1956), nos transporta a las últimas décadas del siglo XX, dejando bastante claro el concepto sonoro y visual buscado para este disco.
‘America’s Cup’, un synth-wave ochentero se llena de toques funk gracias a una pulcra y contagiosa línea de bajo, mientras que las líricas invitan a desafiar la visión que socialmente tenemos de la masculinidad, atada a los antiguos preceptos impuestos: el mundo cambia y es tiempo de reconocer la diversidad de experiencias e identidades masculinas. Su producción audiovisual, de gran fulgor lumínico, estuvo a cargo de Sam Kristofski en la dirección. Se advierte que el video contiene destellos de luz que podrían desencadenar convulsiones en personas con sensibilidad visual*
‘Take Me Avalon I’m Young’ es el punto de descanso, el equilibrio dentro del caos disipado por rítmicas ralentizadas y arreglos orquestales. La oscilante secuencia de ‘Pink Lunettes’ nos lleva nuevamente a las frenéticas pistas de baile, dejando al descubierto una interesante esencia post punk que deambula en atmósferas y voces. Su video fue dirigido por el tecladista Jamie Terry y Pond. Con un lente ojo de pez, un solitario Nick Allbrook se distorsiona al cantar frente a las penumbras de un escenario. Con histrionismo vocal, Nick muestra su tendencia algo sombría, siendo él mismo quien se autodefinió en entrevistas recientes como un “buscador de música oscura”. Para inspirarse, decidió hacerle un zoom in a los pequeños detalles de la vida… a sus “pequeñas obsesiones”.
‘Czech Locomotive’ de aires somníferos en un comienzo, despierta con sonidos brillantes y voces por capas. De la misma forma, ‘Rambo’ mantiene las energías intactas encaminándose nuevamente hacia la sonoridad espacial. El viaje interplanetario tendrá su clímax en ‘Gold Cup / Plastic Sole’ con una voz melancólica y líricas existencialistas, Allbrook introduce a una pieza cautivadora, juega con el tiempo, se sumerge y reaparece en las gigantescas atmósferas de distorsión generadas por guitarras y sintetizadores. Voces por capas, teclado, técnicas de slide guitars, ruidos anexos; un paraíso para los amantes del noise. Siguiendo con los aires pacificados, ‘Toast’, último track del disco abraza las baladas y el romance (tan necesario para reconstruir el alma) además de la toma de conciencia de lo que pasa a nuestro alrededor: “If the water dries / like the morning dew / Life is too short to be away from you” (Si el agua se seca / como el rocío de la mañana / la vida es demasiado corta para estar lejos de ti). La canción tiene inspiración en la tristeza y la impotencia que genera la destrucción de nuestro planeta, en específico por los incendios forestales que no solo han azotado a la costa australiana, sino que más bien, se han ido registrando año tras año en el mundo entero… como una de las tantas consecuencias directas del calentamiento global.
Con 9, los australianos Pond regresan con un enfoque distinto, más abierto y libre tanto para la composición musical, como para la creación de líricas. La banda se desliga un poco de la vida moderna consumista, adictiva y líquida, para darle cabida a la importancia que merecen las relaciones humanas y el contacto con la tierra: algo que su líder Nick Allbrook, realmente agradece de la pandemia es haber podido detenerse un momento para observar incluso el paso de las estaciones del año. Como agrupación y en cuanto respecta a esta nueva producción, su objetivo principal fue simplemente pasarlo bien haciendo música. Pond llega con honestidad, sin grandes pretensiones, pero con mente clara nos entregan un trabajo sincero, puramente cautivador.