«Popular Monster»-Falling In Reverse: La funa vende…¿Pero quién la compra?
Ronnie Radke es en cuestión «el funado o monstruo popular del momento» y desde hace varios años que le acomoda esa posición. Recién baneado de Instagram (por segunda vez y antes de Twitter y otras cuentas o posts individuales) quien lidera la banda, es una especie de figura de culto, con hordas de fanáticos que están pendientes de cada una de sus jugadas. Pero quizá su funa no sería tan popular si no se acompañara de una industria detrás dedicada: producción a gran escala, grandilocuentes videos (demasiado espectaculares y cinematográficos como para no quedarse un rato viendo) y canciones que sin duda enganchan, para conseguir lo que él necesita a toda costa: atención de lovers y haters.
Con casi todos los singles escuchados, el álbum de principio a fin, está lleno de energía intensa, explosiva, los propios descargos y declaraciones de principios de Radke condimentados de country metal («All My Life»-que increíble video), desesperación melódica emo («Voices in My Head»). Y más allá de los rollos mesiánicos monologados del líder en que literalmente se cree Jesús («Prequel»), canciones como «ZOMBIFIED» y la intensidad metal de la propia «Popular Monster» suenan frenéticas, con guitarras furiosas, ritmos rápidos, pero con una urgencia de poner todo al servicio de la estrella de la película al mismo tiempo. Sumamos rap acelerado de primera línea de la escuela Eminem, scat y un poco de brutalidad a cargo de los invitados Tech N9ne & Alex Terrible (vaya combinación en «Ronald») y algo de trap condecoran un álbum que se hace corto, justamente por lo entretenido y variado.
De las canciones que no se han lanzado anteriormente, «Bad Guy» presenta a la novia de Radke desde hace mucho tiempo, Saraya (WWE). La explosiva canción muestra a Radke afirmando que es un «mal tipo», confrontando a todos los detractores que piensan que es un «adicto», «problemático», «psicópata» y más. Un funado en buen chileno. Radke, desde el título y portada hace alusión a su fama de conflictivo y todos esos adjetivos con que se le tachan. Y esa ha sido su jugada. Trata de «caer en reversa» o «simpático», sabiendo que es un funado de tomo y lomo. Y lo hace a través de canciones que suenan inevitablemente adictivas y que han sido producidas increíblemente bien en su totalidad. Es un gran disco. Único en su especie. Y sobre Radke, solo cada quien podrá decir que si le compra su funa como un producto y algo medio armado, o sí lo seguirá amando o detestando.