Como para irse entusiasmando. Hoy la productora trasandina Fénix ha confirmado la visita de System…
«Protect the Land»: Cómo el pueblo armenio reunificó a System of a Down
El enemigo del hombre es su propia decadencia
Si son malvados ahora, entonces se quedarán malvados
Intentarán alejarte
¿Te quedarías y tomarías una posición?
¿Te quedarías con el arma en la mano?
Eso dice sólo una estrofa de este poderoso tema lleno de carga emocional, y muy sorpresivo track para ver de regreso con nueva música a una de las bandas más importantes del metal alternativo de los últimos 25 años.
System of a Down ha vuelto luego de 15 años de súplicas, peticiones de sus fans alrededor de todo el mundo y de muchas ganas globalizadas de que trajeran de vuelta todo este sonido lleno de fuerza, frescura y poder lírico con furiosas demandas sociales. Si bien un gran premio de consuelo fue su reunión que en 2015 los trajo de vuelta a Sudamérica (con uno de los shows más potentes que hayamos podido presenciar por estos lados), la gente quería verlos de nuevo en el estudio, con nuevo material y algo que sucediera a ese cada vez más lejano Mezmerize, su último álbum a la fecha (2005). No todo estaba perdido. Desde parte de la banda empezó a surgir una especie de flirteo desde ya hace más de dos años, de que estaban haciendo algo, de que había reuniones secretas en el estudio y un post de alguno que otro integrante pidiendo «superar diferencias» nos llenaba de ilusión de vez en cuando, pero en estos últimos meses casi todo se había desestimado. Volvíamos a fojas cero. Y las esperanzas se desvanecían.
Y es que ha sido principalmente por las diferencias creativas entre sus dos líderes, Serj Tankian y Daron Malakian, a lo que se sumaron las diferencias políticas que empezaron a aparecer, sobre todo de parte del baterista John Dolmayan que elogió—para sorpresa y estupor de todos—al ahora complicadísimo Donald Trump (ad portas de su salida del gobierno) lo que causó revuelo mediático y lanzazos de ida y vuelta por redes sociales entre los fans de la banda y del rock en general, abriendo el debate político también.
Fue el propio Serj Tankian quien salió en su defensa, aunque muchos consideraban que «no lo merecía», pero la voz del grupo lo defendió diciendo que “la cantidad de odio en línea y estupidez contra él y yo son injustificables”. También el baterista comentó sobre como las letras de las canciones de System of a Down pudieron moldear la percepción de que los miembros de la banda son “de izquierdas”. “Serj, por supuesto, es responsable de las letras, pero no siempre representan a la banda del modo que quisiéramos. Hay cuatro individuos en la banda. Yo no hablo por ninguno excepto por mí, y tampoco lo hace Serj”, comentó en esa oportunidad, no llevándose el beneplácito de los fans precisamente.
Tankian, sin embargo, dijo hace poco, en octubre de este año a la revista Forbes : “¿Es frustrante ser políticamente opuestos con tu propio baterista y cuñado? Maldición, sí. Claro que es frustrante, pero es algo que tiene que ver con las políticas americanas”, reconoció. Sin embargo, el vocalista señaló que “cuando se trata de asuntos armenios, estamos en la misma página. Sabemos las injusticias que están pasando, trabajamos juntos”.
Fue justamente esto lo que motivó este regreso en estudio. Tal vez no fue la ardua y constante demanda en redes sociales, ni las incontables peticiones de sus fans, ni las necesidades económicas de la banda o la avaricia de la industria, fue solamente el verdadero motivo porque la banda hoy existe: la lucha, el compromiso artístico y los gritos denunciantes desesperados en defensa del pueblo armenio, que ha sido segregado, asesinado y humillado, una y otra vez, generación tras generación y que vemos cómo la historia se repite y que es justo ahora cuando es imperiosamente necesario hacer algo, sacar la voz, denunciar. Es justo ahora que junto con las canciones sale a la luz una verdad que no se ha estado mostrando en los noticiarios, y fue el propio Tankian quien, con motivo del lanzamiento de «Protest the Land » y “Genocidal Humanoidz” lo ha explicado en sus redes sociales:
«El momento de hacer esto es ahora, ya que juntos, los cuatro tenemos algo extremadamente importante que decir como una voz unificada. Estas dos canciones, «Protect the Land» y «Genocidal Humanoidz», hablan de una guerra terrible y seria que se está perpetrando en nuestras patrias culturales de Artsakh y Armenia. Los actuales regímenes corruptos de Aliyev en Azerbaiyán y Erdogan en Turquía no solo quieren reclamar a Artsakh y Armenia como suyos, sino que están cometiendo actos genocidas con impunidad sobre la humanidad y la vida silvestre para lograr su misión. Ellos confían en que el mundo está demasiado distraído con el COVID, las elecciones y los disturbios civiles para denunciar sus atrocidades. Tienen los fondos, los recursos y han reclutado firmas de relaciones públicas masivas para hacer girar la verdad y ocultar su objetivo bárbaro de genocidio. Entre estas dos dictaduras, hay mucha desinformación y silenciamiento de voces dentro de sus propios países. La libertad de expresión no es algo que disfruten todos, pero se disfruta aquí, por lo que parte de esa responsabilidad es difundir la verdad siempre que sea posible. Estamos aquí para proteger nuestra tierra, proteger nuestra cultura y proteger nuestra nación. Este no es el momento de hacer la vista gorda».
Por su parte el bajista Shavo Odadjian explicó en un comunicado este emotivo, bien producido e impactante clip que muestra lo que está pasando: “Quería mostrar la unificación de nuestra gente en todo el mundo por una causa común, ilustrando el poder en números. Así que reunimos a personas de todas las edades y profesiones que creen y luchan por esa misma causa. Una cosa es tener una idea, pero verla cobrar vida como sucedió con este video, ha sido simplemente increíble”.
La carrera de System of a Down aún está en pie, claro está y nos alegramos, pero las motivaciones no es la industria ni los fans, es una lucha social que cada integrante de la banda no ha dejado de tener, reunidos o no, desde que han tenido uso de razón.
Por Patricio Avendaño R.