Radiohead en Chile: Interestelares
Con una brecha de casi una década de distancia de aquellas recordadas visitas en 2009, era casi imperiosa la necesidad de volver a ver a una de las bandas más innovadoras de la música actual, pues Radiohead ha logrado desmarcarse de tantas casillas en su historia, que hasta la etiqueta de rock, indie o electrónicos les queda chica. Lo suyo es único, pues ya hace mucho tiempo que han hecho lo que han querido en sus discos, mostrando esa enorme capacidad de rebelarse musicalmente, reinventarse, auto superarse y evolucionar a un límite que roza lo galáctico.
Y así se mostraron anoche, con un set de canciones que no desconoce del todo sus aclamados discos rockeros de su primera etapa, pero haciendo una simbiosis casi perfecta con este ímpetu ecléctico, con mucha vanguardia experimental e incursiones electrónicas, pero con ese factor místico que les fluye por los poros en que en cada tema que hacen da la impresión que traen un aura que va más allá de lo de simple banda de rock. En vivo, en su gira actual, nos deslumbraron con todo ello, entregándonos momentos de belleza estética espacial, de catarsis discotequera y de una entrega que los hace únicos en su especie.
A las 21.30 hrs. cerca de 50.000 personas aguardaban este regreso enmarcado en el Festival SUE, que por lo demás trajo interesantísimos invitados como Flyng Lotus, JUNUN y los chilenos Follakzoid, tripleta de artistas que hicieron un preámbulo muy solvente para una jornada que abrocharían casi de forma divina los ingleses. «A Moon Shaped Pool» fue lanzado en 2016, provocando otro gran regreso de la banda que supo perfectamente «como desaparecer completamente» en las plataformas social media para luego renacer con un disco que si bien no es su gran obra maestra, sirvió de calma para sus fans ansiosos de algo fresco y de paso se anotó con nuevas grandes canciones.
Justamente «Daydreaming» fue la que abría todo, sin pantallas ni efectos y una luz destellante proyectándose del escenario, cuales extraterrestres tratando de comunicarse por primera vez con seres de otro planeta. La desesperanzadora balada del nuevo disco y la interpretación de Thom Yorke nos auguraban en las buenas condiciones que llegaban para brindar este show, por cierto, primero a gran escala en 2018.
Todo se tornó azul profundo, psicodélico, se encienden las pantallas gigantes y se empiezan a dibujar las figuras de sus estrellas: el gran Jonny Greenwood, Ed O’Brien, Phil Selway en las percusiones, soldados al servicio de la impresionante gama de colores sonoros que nos ofreció su show: ‘Ful Stop’ era lo siguiente, dentro de esta verdadera nave espacial que convertían el escenario, lleno de estrellas en todo su ancho y alto. ‘Airbag’, la primera joya del aclamado «Ok Computer» sonaba y cada vez que interpretaron temas de él fueron inconfundibles los gritos de emoción al soltar las primeras notas.
Era solo el calentamiento. Sabemos que Yorke no es precisamente un reconocido maestro de ceremonia ni un extraordinario hombre de discursos con su gente y solo unas siniestras risas «ahaha» salían de su boca a modo de saludo como tónica durante la jornada, pero eso sí, sus espásmicos movimientos estuvieron a la orden del día y ‘Myxomatosis’ del «Hail to the Thief» (2003) era una perfecta excusa para ello. ‘Where I End and You Begin’ del mismo disco era lo que seguía marcando la pauta bailable, con Selway luciéndose en las percusiones, un hombre que tiene mucho ritmo y ha sido sin duda un aportazo en la banda, en todas sus etapas. Algo de «In Rainbows», un disco que crece enorme con el paso de los años en la melancólica ‘All I Need’ para pasar a momentos cautivantes con ‘Pyramid Song’ y ‘Everything in Its Right Place’ de la gran época «Kid A/Amnesiac» (2000). Esto iba de menos a más, sin duda, pero de paso, nos estaban entregando grandes canciones no necesariamente tan reconocidas, pero sí que más que interesantes para escuchar en vivo.
‘Let Down’, otra belleza del «OK» hacia cantar a todo el Nacional, lo que seguía era sublime. ‘Street Spirit (Fade Out)’ y esa desgarradora canción del «The Bends» (1995), para dejarnos demostrado la buena forma vocal de Yorke, enorme, estaba compenetrado con el show, cantando con pasión y muy metido. Ese coro «And fade out again!» resonaba en el recinto de Ñuñoa gritando hacia toda la comuna la angustia de una de las grandes de su cancionero. Las imágenes congeladas de cada uno de sus músicos en pantalla lo decían todo. Momento épico.
Aguardaban más sorpresas: viaje al «King of Limbs» con ‘Bloom’, la notable ‘Identikit’, ‘Weird Fishes/Arpeggi’, ‘The Numbers’ y la gran ‘2+2=5’ desataba nuevas euforias entre la audiencia, y para incluirla en una pegada de ensueño junto a ‘Bodysnatchers’ e ‘Idioteque’, ya con el nacional sumido en una sacudida espacial llena de colores fulminantes y sensación de éxtasis. Llegaba la primera despedida.
Para el regreso la maravillosa ‘Fake Plastic trees’ para volver a emocionar, ya a esas alturas nadie se preocupaba del volumen, que era pedido a gritos en el primer tramo del show, la maravillosa ‘The Bends’ seguía mandándonos por un tobogán directo a mediados de los noventa. ‘Feral’ sonaba muy funky electrónica y ‘Lotus Flower’ (ambas pegadas en el disco King of Limbs de 2011 y acá en el concierto también). Radiohead nuevamente movía a las masas, desencajándonos entre emociones de tristeza y nostalgia y unas ganas de someterte a sus poderes dance increíbles, pues nuevamente todo ‘bajaba’ con ‘Exit Music (for a Film)’ y una brillante interpretación de ‘Reckoner’. Segunda retirada para un show que ya nos dejaba deslumbrado por variedad y con lo impecablemente bien jugado de su set de canciones.
El segundo regreso con ‘Nude’ fue magistral, que bien que la hayan tocado, pero quedaba muy poco. El increíble trato tropical y caribeño que le dieron a ‘Paranoid Android’ bajo esos círculos hipnotizantes de colores en las pantallas simplemente nos mató, qué notable versión para una imprescindible. Como si fuera poco, «una más» anunciaba Yorke con ‘Karma Police’, para abrochar de forma significativa 26 canciones que no se nos olvidarán, pues en su show nos brindaron todo tipo de emociones.
¿Canciones faltantes? Por supuesto: ‘Morning Bell’, ‘There There’, ‘National Anthem’, la renegada ‘Creep’ (que si habían vuelto a tocar) o incluso ‘Burn the Witch’, single del nuevo disco (del que curiosamente sonaron pocas), pero ya nada importaba, porque ese set, la forma, las luces y ese cierre de show debe ser uno de los más grandes que se han dado en Chile por banda alguna. Simplemente, una banda de otra galaxia.
Por Patricio Avendaño R.
Fotos: Jaime Valenzuela – DG MEDIOS
Setlist:
Daydreaming
Ful Stop
Airbag
Myxomatosis
Where I End and You Begin
All I Need
Pyramid Song
Everything in Its Right Place
Let Down
Street Spirit (Fade Out)
Bloom
Identikit
Weird Fishes/Arpeggi
The Numbers
2 + 2 = 5
Bodysnatchers
Idioteque
Encore:
Fake Plastic Trees
The Bends
Feral
Lotus Flower
Exit Music (for a Film)
Reckoner
Encore 2:
Nude
Paranoid Android
Karma Police