Rata Blanca en Santiago Gets Louder 2017: Oficio del heavy sudamericano
Llamó la atención que una banda de la reputación de Rata Blanca almacenara un porcentaje de leales fanáticos que se unieran a su aventura de ser acto principal en un festival que tenía como cabezas de cartel a dos monstruos del heavy metal mundial. Habla bien de la banda, de su trabajo, de su música y legado, y por qué no del metal sudamericano.
No hay duda que a la banda le ayudo el hecho de compartir el cartel con estos monstruos del metal mundial ya que en ellos se encontraba su público objetivo, si hilamos fino más cercano al heavy ochentero de King Diamond que el thrash armamentista de Megadeth, pero ahí estaban los argentinos listos y dispuestos a dar otro gran show y con la confianza de que en Chile juegan casi de local, cuentan con el apoyo de una fanaticada leal y su rock en español por supuesto favorecería la conexión con los santiaguinos.
Avanzando los minutos de una presentación más que correcta, Rata Blanca sacaba adelante la tarea con oficio y un sonido quizá muy alto, sin embargo no afectó la performance del pequeño Adrian Barilari -una suerte de Leo Messi pero metalero-. Por su parte el tremendo Giardino mostraba una gran ejecución de su instrumento, la base de Moschen (teclados) Motyczak (bajo) y Scarcella (batería) se sincronizaba a la perfección, lo que permitía a la banda mostrar material desde “Mago, espadas y rosas” (1990) a su más reciente disco “Tormenta eléctrica” (2015).
Un letal paso por su variada discografía se consolidó con las que son sus dos grandes himnos; “Mujer amante” desató las pasiones del metalero común que tiene sus fantasías y penas en las lides del amor y “La leyenda del hada y el mago” logró que gran parte de la cancha saltara y coreara una canción emblema. Luego de una hora de heavy metal en la usanza del mejor Judas Priest (con quienes compartieron escenario en 2005 en Chile) Rata Blanca selló su participación en Santiago Gets Louder de manera más que correcta.
Por Nelson Silva A.
Foto: Lotus