«Razorblade Romance – HIM»: Sinfonía del romance cortopunzante
Un 19 de diciembre de 1999, se lanzó el segundo álbum de estudio de la reconocida banda finlandesa HIM bajo el nombre «Razorblade Romance» que con gran éxito, nos dejó canciones memorables como «Join me in death» «Right Here in My Arms» y «Bury Me Deep Inside Your Heart» consolidando a la agrupación como una de las bandas que introdujo nuevas propuestas musicales en una época donde los géneros mainstream eran el nu metal y el rock alternativo, por lo que en la transición rítmica que sucedió ante la inminente llegada del nuevo milenio, este lanzamiento ofrecía una dualidad entre el amor y la muerte. Con influencias de bandas como Type O Negative, introdujeron una lírica más cargada a lo emocional, fusionando elementos sonoros como rock gótico y metal alternativo con toques de pop, una fórmula que denominaron “love metal” y que los llevó a presentar su material con ese sello personal que rápidamente extendería su relevancia como músicos.
Con ecos melódicos y sombríos, el disco, a través de riffs envolventes nos atrapa en una escucha altamente accesible. La producción estuvo a cargo de John Fryer, quien anteriormente había trabajado con bandas de la talla de Nine Ich Nails, Fear Factory y Paradise Lost, por lo que el resultado fue un trabajo elegante, lleno de detalles que se pueden percibir mientras más oídas le das, siendo hoy en día una de las piezas angulares dentro de la escena gótica, una colección imperdible, repleta de canciones emotivas.
En una mezcla de romanticismo trágico, Ville Valo (voz) interpreta las canciones como una invitación a hundirse en el abismo, con la utilización de metáforas que incluyen la muerte y la necesidad que surge en el amor, la carga lírica en su voz, crea una tensión constante sin necesidad de recursos como guturales, creando un hilo conductor que resulta ser profundamente visceral y conmovedor en partes iguales. Así mismo, el fatalismo romántico toma forma, presentando una vulnerabilidad que encapsula el sentimiento de pérdida y en las guitarras afiladas de Linde, y el bajo de Mige, logran una armonía acústica que es capaz de transmitir lo hermoso y destructivo que puede ser enamorarse, explorando lo bello y lo sublime de ese sentir que nos eleva, pero que también tiene el poder de destruirnos, sin embargo, «Razorblade Romance» crea una conexión instantánea con sus oyentes y hoy a 25 años de su publicación, lo recordamos como uno de los cimientos de este subgénero del metal, pues es de esos ritmos atemporales que nos pueden acompañar en el día a día, así como también en la intimidad de la pérdida o el duelo.