Dos de los más importantes exponentes de metal nacidos en los ’80, Dark Angel y Napalm…
Recrucide y el lanzamiento de «Terahate»: Death metal puro y a la vena
Los chilenos azotaron MiBar con un contundente concierto de reencuentro con sus fans y que estaba pendiente
Por Fito Serey
Fotos: Sebastián Domínguez
Finalmente nos encontramos en el muy esperado lanzamiento de Terahate, el quinto álbum de estudio de la banda chilena Recrucide. Su particular sonido que ha (realmente) evolucionado en el tiempo, saltando de un death-thrash a un death metal que podría verse influido por muchos géneros musicales sin temor a nada. He ahí el éxito de sus tres últimas producciones perfectamente alineadas una tras otra.
Quien da inicio a esta brutal jornada es la banda santiaguina Target, quienes no dudaron en sacar lo mejor de su repertorio. Temas como “Suberged”, “NoSolace Arises” y “Oceangrave” abrieron el show. Mientras que lo más enérgico de su acto fue representado al interpretar “Inverted Gloaming” y “Surge Drift Motion”. Para despedir esta demoledora apertura, la banda cerró con una dosis de energía compuesta por “Drowned in Everlasting” y “Mantra”. El final fue desatado, por parte del público, donde las cabezas no quedaron ajenas al ya conocido giro de cráneos.
Luego de una breve intromisión de los roadies, la aclamada banda cabeza de cartel centró su enérgico gutural, quebrando el telón del escenario, dando paso a lo que sería una gran tocata, y del setlist, ni hablar. La ruta histórica por su discografía fue el impulso suficiente para encender el movimiento y el moshpit en esta noche. “Candelabrums IV” y “Error” rasgaron la quietud con imponente metal como parte de su lanzamiento. Aunque son potentes, la favorita llegaría en tercer lugar con “Paradox”. Suma y sigue la energía de Terahate con “Immobilited”, “Sickness” y “May Way” para ser retomado un tema después con “Obscurum”.
Llegamos a la mitad del show, sin saberlo, cuando Rodrigo Zepeda se pronuncia, en medio de las sombras: “¿Creen que esto termina? Nooo, recién vamos a la mitad”. Con esta frase el público se enciende, a lo que agrega: “¿Se podrá hacer un mosh pit acá? (risas).
Comienza la segunda tanda con “God Didn´t”, de sus antiguas canciones, siguiendo un puñado de cortes de primera factura hasta la preciada “Insomnia” y el gancho más potente del disco The Cycle, la afamada “Spiral”. Sin respiro alguno, y finalmente, el show finaliza con la destructiva “Ritual”.