Reunión de Weichafe 2014: La historia se escribe en la calle, pero se firmó en el Caupolicán
A las 21:00 horas, en el Caupolicán, terminó la espera y la ansiedad. Después de 5 años y algo más el power trío Weichafe se volvió a reunir con sus amigos y fanáticos (que es casi lo mismo). Por casi dos horas y media el regreso a casa estuvo lleno de emoción, y cargado de éxitos.
Lo qué pasó el sábado fue a todas luces, tanto para la banda como también para su público un hito en su historia, en las cerca de 30 canciones, las cuales todas se corearon, la banda se abrazó profundo con su historia, su gente, su familia y su música. El repaso consideró toda la discografía, desde Tierra oscura del sol hasta el Harto de todo Weichafe y su gente nunca dejaron de saltar y alentar, el largo trayecto de éxitos no dio tiempo para sentir cansancio o preguntar por la hora, el setlist que armaron fue una excelente mezcla del más duro de los rocanroles con las nostalgia de la metralla acústica que Pierattini y compañía ofrendaron a sus amigos, porque esos eran los asistentes, todos amigos.
Los invitados, un lujo: tras una intervención acústica en la galería del teatro, el cual fue un gran quiebre y buen espacio para descansar a quienes decidieron estar en cancha, y con el compromiso de mano incluida de una pareja que se había conocido en otra oportunidad en un concierto unplugged de Weichafe, Aguaturbia tuvo su tributo, invitados por la banda a para tocar el rock del Poncho se logró una atmósfera única, es que los padres rock nacional solo han mejorado en su calidad con el pasar del tiempo, la voz de Denise fue un viaje en el tiempo, su registro a varios nos dejó mudos.
‘Ñuñork’ es una canción tremenda de Weichafe, pero en el papel no se veía tan fácil su interpretación, el peso de la guitarra se funde con un texto tremendo. Personalmente, la interpretación de esta canción fue un punto alto de la fiesta en el Caupolicán. Impecable intervención de Gonzalo Henríquez (vocalista de González & los asistentes) que llenó de oscuridad un momento que necesitaba de ella. Por otro lado las intervenciones de Lolita y Magdalena en dos ocasiones fueron, como de costumbre, un regalo.
La constante relación del público con la banda es difícil describir básicamente porque te deja sin palabras ese aguante mutuo que por años (y pesar del distanciamiento de la banda hace 5 años) se han transmitido, Weichafe no sería ni la mitad de buenos si fuera por esa barra que los mantiene encendidos cantando todas las canciones. Esta comunión se hizo momento con cuando la banda decidió regalar al público la bandera que los acompañó por muchos años en varios periplos de giras y tocatas, con el compromiso de que quien se quedará con ella debía llevarla a donde Weichafe fuera.
Una banda es buena cuando puedes disfrutar de ella con los tuyos, y eso es sencillamente Weichafe; una banda de vida. No somos pocos que nos encontramos allá y terminamos abrazados cantando a todo pulmón de espalda al cielo, o que nos terminamos yendo a un bar, una casa o la misma calle por esa ansiada piscola, la misma que compartimos hace largo rato escuchando “No llores más” de Weichafe.
«Y vamos a tomar piscola/Y vamos a tomar piscola/ Y vamos a tomar piscola…»
Por Hugo Vallejos S.
Setlist
Festín de muecas
Opción Laverna
Salvador
5:30 AM
Me voy a encerrar
Cuesta respirar
Pájaros de papel
El ejemplo
Me saqué los dientes
Cadáver feliz
Suerte
Tierra oscura del sol
Dios es sólo para algunos
Paño de Luis
De espalda al cielo
El rock del poncho (con Carlos Corales y Denisse de Aguaturbia)
Ñuñork (con Gonzalo Henríquez)
Respiro la luz del sol
Harto de todo
Pan de la tarde
Pena de ti
Silencio
Suicidio general
Pichanga
Incendiando infiernos
No es malo
3 puntas
Sin dormir
Las cosas simples
Ripio y soledad
Hazme dormir