Rick Wakeman: «Piano Portraits» (2017)
Universal Music Group, 2017
Desde los ’70 que el británico Rick Wakeman viene creando obras monumentales en instrumentación, las que le han dado al rock un semblante más grande, hasta docto, si se quiere. Por esos años, alternaba su carrera solista con su labor como tecladista de Yes y siendo músico de sesión de un montón de próceres, los que siempre lo buscaron para colaborar. En su esencia, Wakeman siempre se enfocó más en el rock progresivo y sinfónico, sin embargo, para el disco «Piano Portraits» decidió variar su fórmula e interpretar solamente en piano, en una suerte de homenaje hacia bandas y músicos que conoció y a otros tantos que lo influenciaron. En esta producción, interpreta temas de The Beatles, Cat Stevens, Led Zeppelin, y piezas de Debussy y Tchaikovski. Destaca también «Space Oddity», clásico de David Bowie en cuya versión original participó. Justamente, cuando murió Bowie, la BBC le pidió que tocara «Life on Mars?», logrando tal emotividad al piano que fue fustigado por muchos colegas y fans a que grabase solo con este instrumento, dejando a un lado sus característicos teclados.
Y eso es «Piano Portraits». Un piano de cola Steinway y la tremenda grandilocuencia que le da a clásicos eternos del rock, los que abarcan varios estilos, además. «Help!» abre el álbum con Wakeman dándole a la pista de Lennon y McCartney una ternura encantadora, que fluye muy fácil y realza su lírica. Encanta también, el poder inquietante de «Stairway to Heaven». Poco a poco se va intensificando, a medida que la interpretación al piano le otorga una serenidad espiritual, sentimental, al clásico de Led Zeppelin. Wakeman hace un trabajo magistral al capturar las verdaderas emociones de «I’m Not in Love» de 10cc, y transmitiendo el optimismo eterno de Yes en su versión de «Wonderous Stories». En esta última, los fraseos diseñados para el piano desprenden un colorido muy luminoso, que penetran la composición original de Jon Anderson. Muy hermosa se escucha, también, su propuesta para «Morning Has Broken», de Cat Stevens.
La que se roba la película es la reelaboración de «Life on Mars?». Sólida, lapidaria en su atmósfera. Rick se contenta con replicar el encanto que le dio a la grabación que hizo, para este clásico, hace tantos años. En el contexto de «Piano Portraits», el himno del Mayor Tom se convierte en un himno genuinamente progresivo. Wakeman también hace una interpretación espléndida para «Space Oddity». «Eleanor Rigby» es el otro clásico de Beatles elegido para este disco. El piano le otorga un aire jovial, mientras que la composición es potenciada con una vibración muy rockera.
Hay interesantes versiones para «Amazing Grace», “El lago de los cisnes» y «Clair de Lune», junto a temas propios de la cultura británica y norteamericana, como «Summertime» y «I Vow to Thee, My Country». La portada del disco es hermosa y decidora. La tapa del piano es presentada como una paleta de colores lista para ser utilizada por el artista, en su objetivo de “retratar” en ese instrumento los clásicos inmensos de la música popular.
«Piano Portraits» resulta un disco agradable de escuchar por el tono fastuoso y elegante que el artista le impregna al piano. A volumen medio, con luz tenue y acompañado de su bebida favorita, el disco resulta, aunque no es innovador.
La extensa carrera de Rick Wakeman no ha estado libre de trabajos mal evaluados; en una trayectoria tan larga y donde la creatividad pareciera inundarlo a cada instante, «Piano Portraits» nos permite escucharlo en un formato de artesano musical, dejando que el piano fuera el pincel elegido en esta ocasión.
Por Macarena Polanco