Rock de coliseo en Chile: 10 grandes conciertos en el Estadio Nacional
El Estadio Nacional ha sido parte de la historia de nuestro país en todo ámbito. Y uno de los que más ha dejado recuerdos, aparte de grandes hitos deportivos, sociales y culturales, es que ha sido sede de conciertos inolvidables, de concurrencias altamente masivas y que ha dejado huellas claras, no tan sólo para nosotros los fans, sino también para los propios artistas que han pasado por él, que se han llevado para su casa momentos mágicos para el recuerdo. También ha sido la sede que recibió a los primeros artistas que llegaban a Chile a hacer «grandes conciertos» y abriendo la puerta para lo que parecía nunca llegaría después de 17 años de dictadura y represión cultural.
Todo esto se nos ocurrió a propósito de que nuevamente se están anotando varios artistas para tocar en el recinto ñuñoíno (David Gilmour, Coldplay, The Rolling Stones) como para desatar nuevos e históricos recuerdos. Acá vamos con una selección de hitos inolvidables, algunos de hace bastante tiempo, y otros mucho más recientes. Diez conciertazos, algunos a Estadio Nacional lleno y otros no tanto, pero no por eso olvidables.
Rod Stewart (1989). La democracia había vuelto a Chile, y las cosas que el camino tenía deparado para Santiago eran colosales. La gente no sabía mucho de Rod Stewart. Algunos lo ubicaban solamente de renombre, pero con ninguna señal de nostalgia. Solo algo hizo que este evento fuera uno de los mejores de la historia de nuestro país. Fue el primer mega evento que se hizo. Imaginen haber estado 17 años con los ánimos a piso sabiendo que no podrías ver nunca a tu banda favorita, siendo que nunca visitaban Santiago, y que la única opción de ver a algunos artistas era a través del Festival de Viña del Mar o viajar al otro lado del mundo por fines propios, tampoco era la idea. En fin, Stewart vino a demostrar que los mega-espectáculos son material fuerte para cualquier parte del mundo, y que el asombroso mundo de la música internacional iba a convertirse en una nave en ascenso con el devenir de los años. Sin duda un clásico.
Bon Jovi (1990). Es la banda sueño de cualquier mujer que haya vivido en la época del glam. Los largos pelos rubios y el rango vocal de Jon Bon Jovi y las nostálgicas guitarras de Ritchie Sambora hacían derretir los corazones y almas no solo de cada chica que estuviera cerca de ellos, también de muchos fans masculinos que vibraron con el poderío rockero de estadio de la banda. Chile tuvo la suerte de recibirlos en su mejor momento (al igual que Guns N’ Roses) y con una carrera y éxito consolidado con clásicos como “Livin’ on a Prayer”, “Bad Medicine» o «I’ll Be There for You». Seguro que los de más vieja escuela tienen un más que grato recuerdo de este gran concierto.
Guns N’ Roses (1992). La banda más peligrosa del planeta venía a hacer estallar con un espíritu desordenado y rockero por primera vez en Latinoamérica. Y Chile excepcionalmente no podía ser quitado de esta tremenda gira. Use Your Illusion I y II estaban en las mentes y corazones de todo el mundo, que con canciones como ‘November Rain’, ‘Estranged’, ‘Civil War’ y ‘Don’t Cry’ hacían que cada estadio que llenarán, sonará más fuerte y eufórico que el anterior. Santiago se preparaba para la recibida de una banda de proporciones. La venida fue brusca, llevándose la atención de la prensa chilena aludiendo a la icónica actitud que ellos hacían ver en todo el mundo (Axl Rose le pegó a un periodista, y el ingreso de drogas). Es considerado uno de los conciertos más problemáticos y distorsionados de la época, esto debido a todos los disturbios que complementaron la ira de algunos fanáticos al haber esperado alrededor de casi 3 horas a la banda (algo ya clásico de la banda). Y a esto agregándole que hubo una víctima fatal, a causa de una avalancha humana que se produjo.
The Rolling Stones (1995). Las majestades satánicas solamente nos han visitado una sola vez en la historia, y esa fue en 1995 en el marco de su gira «Voodoo Lounge Tour». Se dice que en un principio el precio de las entradas era igualitario a un tesoro perdido y que bien no toda la gente podía costearse una entrada. Previamente habían tocado en Argentina en 3 diferentes lugares, acumulando el total de 300 mil fanáticos. En nuestra capital para el día del evento solo se habían vendido un total de 35 mil entradas de los 50 mil que se esperaba.
U2 (1998). En el marco de la gira mundial de “Popmart”, U2 por primera vez pisaría suelo chileno para dar un show que para la década era uno de los más aclamados. Con un marco ideológico y crítico hacía la dictadura Bono se llevó el aplauso del público al hacer que los familiares de los detenidos desaparecidos giraran en torno a él para protestar. Un momento de culto que dejó este show. Más allá de ese gesto, la gira era espectacular internacionalmente y fue una de las mejores que giraban por el mundo ese año.
Los Prisioneros (2001). Si hablamos de vuelta a la democracia en su contexto más grande, uno de los grupos que fue importante en la lucha contra la dictadura fue Los Prisioneros. ¿Quién iba a pensar que estos chicos algún día tendrían las agallas de ir a un Nacional y tocar frente a un estadio repleto? Este grupo logró acaparar las miradas de la población chilena en los años ’80s y con un giro musical más comercial al inicio de los ’90s. Saber que sus himnos de libertad y críticas sociales aún seguían vigentes es algo que para muchos de nosotros como país nos daba la categoría de productores de grandes músicos, y que no todo viene de la clase social alta. Este concierto tiene que ir en la bitácora como uno de los mejores conciertos que ha tenido Chile. Simplemente porque es una banda nacional con una historia enorme.
Rush (2010). En la historia del rock es una de las bandas de rock progresivo más aplaudidas de todos los tiempos. Sin duda alguna vez tenían que darse el tiempo para visitar nuestro país. Los virtuosos Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart vinieron con una puesta en escena y un sonido potente donde nos tocaron el clásico «Moving Pictures» completo, el cual desmarcó a los 40 mil fanáticos que toda la vida los esperaron con ansias y se notó en ese eufórico show. Uno de los actos más potentes que cualquier amante del rock hubiera querido presenciar con sus propios ojos.
Iron Maiden (2011). La historia de la Doncella de Hierro con nuestro país tiene sus bajos, y muchos altos. Después de una vergonzosa anécdota el año 1992 con la prohibición de su concierto, se pudo creer que la banda nunca vendría más a nuestro país, siendo que la fanaticada era inmensa. Pero bueno, ya saben la historia. Iron Maiden ha visitado 7 veces nuestro país exitosamente, y la última siendo en el Estadio Nacional. La gira mundial de “The Final Frontier” elevaba las expectativas a niveles espectaculares. El Nacional se repletó para presenciar a la banda de heavy metal más poderosa del mundo. Una presentación que fue grabada para el DVD “En Vivo”, el cuál muestra a punta de emoción, lagrimas, gritos y golpes que mostraron la fuerza del público chileno como el puntero de Latinoamerica.
Roger Waters (2012). La visita de muchas bandas no fue posible en su totalidad, pero nadie dijo que nunca tendríamos alguna vez la oportunidad de presenciar el show de un ex Pink Floyd. Roger Waters con dos visitas sólidas anteriores en nuestro país, logró llegar una vez más, y presentando al coloso muro que todos conocimos en 1979. Repasando el histórico disco The Wall y con un coro de niños chilenos el cual cantó “Another Brick in the Wall Pt. 2” se pudo llevar a cabo uno de los shows con más espectáculo visual y preparación que han pasado en la historia del Nacional. Roger Waters incluso aprovechó a dar su visita a La Moneda a conversar con el presidente de ese año Sebastián Piñera, sobre la educación.
Pearl Jam (2015). Ha escrito su historia con Chile con 5 capítulos llenos de energía y sentimientos encontrados con el público. La química que se mostró en el Nacional el pasado 4 de noviembre era única, como la de una amistad de toda la vida, como si nosotros hubiéramos crecido con ellos. La potencia y la emoción fueron únicas. Muchas cosas no pueden ser explicadas con palabras. Tienen que ser vistas para entenderlas, y eso los chicos de Seattle lo saben muy bien. Con un setlist inusual el cual perduró por 3 horas, se pudo demostrar cómo la banda se ha consolidado como uno de los grandes del rock a estas alturas, y de cómo la nostalgia puede lograr unión en un recinto que para el momento parecía coliseo. Una gran aventura que avivó más una próxima venida de la banda a nuestro país y claro, para que los esperemos con los brazos más que abiertos.
Por Pablo Rebolledo B.
Buen listado, aunque faltaron dos menciones de dos gigantes: los de McCartney (1993-2011) y el de Bowie (1990)