Rumbo a Rockout 2016: El fuego de Rammstein llega a bombardear Santiago
Luego de un receso de aproximadamente dos años, Rammstein volvió al ruedo. Lo hizo después de que, entre 2014 y 2015, tanto Till Lindemann (voces) como Richard Z. Kruspe (guitarra) dieran rienda suelta a sus proyectos paralelos. El primero debutó con Lindemann, de su banda homónima junto a Peter Tägtgren de Hypocrisy, y Kruspe, con Silent So Long, el segundo disco de Emigrate, la banda que sostiene desde 2005. Ambos discos sirvieron únicamente para demostrar que Rammstein es un equipo de 6 piezas difícil de disolver sin afectar su sonido. En una banda que no ha modificado su alineación desde sus comienzos, la receta funciona con todos juntos, los potentes riffs de Kruspe necesitan reforzarse con el vozarrón único de Till Lindemann, y Lindemann necesita de una banda capaz de estar a la altura con una muralla sónica como la de Rammstein, para hacerle el peso a su vozarrón. Los proyectos paralelos, cada uno a su modo, demostraron que aún no están a la altura.
Por eso echábamos de menos a Rammstein.
La banda más pirotécnica de nuestra generación, autora de discos clave como Herzeleid (1995), Sehnsucht (1997) y Mutter (2001), hace 7 años que no sorprende con un nuevo disco. Luego del irregular Liebe ist für alle da (2009), quizá el único mal disco del catálogo de la banda, al parecer Rammstein acusó recibo del traspié creativo y se ha tomado más tiempo que el de costumbre para volver a sorprendernos con un disco a la altura: riffs de alto octanaje, base rítmica rayando en lo marcial, escatológicas letras y performances, y la voz del aún irrepetible Till Lindemann. Todo junto. No por separado.
El Show
Rammstein es de esas bandas que no deja nada al azar en sus espectáculos. Por tratarse de un show de alto presupuesto, todo tiene que estar calculado con frialdad alemana, incluyendo las canciones interpretadas. Por eso, probablemente el show que veremos en nuestro país guardará varias similitudes con el brindado recientemente en México, y que ya vienen ejecutando hace un rato en su gira europea. Y lo que encontramos son varias diferencias con el concierto que los hizo debutar en Santiago en 2010. ¿La principal de ellas? De seguro, varios de los que estuvieron ese 25 de noviembre de 2010 en el Estadio Bicentenario de La Florida, salieron un poco decepcionados porque la banda interpretó casi íntegramente Liebe ist für alle da, quitándole espacio a imprescindibles como ‘Mein Herz Brennt’, ‘Engel’ o ‘Reise Reise’. Esta vez, al parecer no ocurrirá lo mismo, las referencias a su última placa son casi nulas, y los fanáticos se encontrarán un set mucho más variado, algo más cargado a Mutter, pero con referencias a todos sus discos. Incluso, la banda se hace el tiempo para una nueva canción, la mansoniana ‘Ramm4’, cuya letra no es más que una referencia a canciones de toda la historia de la banda, y entremedio de todo ello, nos deleitaron con un potente documental que nos muestra cómo una banda alemana llegó a conquistar el mercado americano en el film «Rammstein in Amerika».
La performance en vivo de Rammstein nunca queda al debe. Fuegos artificiales, plataformas aéreas móviles, disfraces, y una muy teatral puesta en escena con Lindemann como protagonista, y el siempre gracioso Christian “Flake” Lorenz haciendo de las suyas en los sintetizadores. Lo de siempre, pero que nunca, jamás, se nos ocurra que nos va a aburrir. Rammstein siempre será un show imperdible para los fanáticos del rock.
3 de Septiembre, cerrando la segunda versión del Rockout Fest. Estadio Santa Laura. Acá más detalles.
Por Felipe Godoy Ossa