Satyricon: música extrema transformada en arte
Disfruta de una de las bandas más emblemáticas, cambiantes e importantes del black metal desde su origen, Satyricon se presentará el próximo 10 de noviembre en el Festival CL.Rock y quienes recientemente comentaron sobre sus visitas a Latinoamérica:
«Somos artistas, no animadores. Sin embargo, no sentimos vergüenza al decir que momentos como este son increíblemente inspiradores en ese instante, debido a la intensidad, pero también porque la pasión que se muestra nos hace sentir como si estuviéramos en una misión musical cuyo resultado es tan importante como puede ser para personas con tanta pasión y fuego en el alma.»
Desde su fundación en Oslo en 1991, Satyricon ha sido una fuerza en la escena del black metal noruego, explorando y expandiendo los límites del género de maneras que pocos se han atrevido. Sin entrar en las complejidad de las formaciones previas y sus orígenes antes del lanzamiento de su álbum debut «Dark Medieval Times», la banda es básicamente un proyecto liderado por el vocalista y multiinstrumentista Sigurd «Satyr» Wongraven y el batería Kjetil «Frost» Haraldstad, el dúo ha logrado mantener una carrera de más de tres décadas sin perder su esencia oscura y desafiante.
Satyr ha comentado en diversas ocasiones que pese al oscuro pasado de quema de iglesias y homicidios asociado con el movimiento en su génesis, a él en particular no le molesta tanto el estigma que genera, incluso ha declarado que los crímenes cometidos, aunque erróneos, fueron juzgados, castigados y que las condenas han sido cumplidas, recordando que esa es la esencia de sociedad moderna que se ha establecido.
En la primera etapa de su carrera, la música es similar a la de otros contemporáneos, oscura, rápida y ríspida con una producción de baja calidad y que sentó las bases del género, pero con algunos pasajes acústicos o influenciados por folklore nórdico. No obstante y de una manera similar a otros grupos de esa gran camada, Satyricon también buscó la manera de integrar más influencias, expandir sus horizontes y expresarse en otras formas.
Quizá el primer gran salto es su álbum «Volcano», un disco que podríamos definir como black n’ roll, en esencia un disco de rock and roll, pero pasado por lodo y sangre, lleno de guiños a Venom, Black Sabbath (en su parte doom) e incluso quizá Motörhead. No hay que olvidar que Satyricon fue quizá la primer banda de black metal que alcanzó un contrato con una disquera internacional y previo al lanzamiento de este disco, la banda estuvo abriendo shows de Pantera quizá por petición explícita de Phil Anselmo quien ha expresado su admiración en diversas ocasiones.
Obviamente, la modificación en el sonido, más el éxito obtenido, por ejemplo, ser premiados en diversas categorías por parte de la academia discográfica de Noruega, trajo consigo un sinfín de detractores y una crítica del alejamiento de sus orígenes, al parecer el estándar con algunos seguidores del black metal. Más adelante, en 2006, Satyricon lanzó «Now, Diabolical», un álbum que consolidó su transición hacia un estilo «más accesible» sin abandonar completamente las raíces del black metal, pero con riffs más simples y una producción clara, la crítica se mantuvo sobre sus intenciones y su nuevo sonido, pero también logró atraer a nuevos fanáticos y marcó su entrada en el mercado internacional.
De manera similar a lo ocurrido con Ulver, Satyricon realizó un concierto en la emblemática Ópera de Oslo en 2013, con todo y un coro de 55 cantantes que los acompañó en diversos números. Nuevamente, pese al estigma que acompaña al género y a muchos de sus representantes, hay un respeto por parte de las autoridades culturales noruegas a la expresión artística de esta brecha. En fechas coincidentes con el lanzamiento oficial del disco, mayo de 2015, Satyr reveló que había sido diagnosticado con un tumor cerebral, una noticia que conmocionó a sus seguidores y que planteó dudas sobre el futuro de la banda, sin embargo, a pesar de las adversidades, Satyricon continuó trabajando y lanzando nueva música.
Y aquí hay una nueva coincidencia entre música, arte y cultura. En 2017, publicaron el álbum «Deep Calleth Upon Deep», que marcó en cierto sentido una vuelta a sus raíces más oscuras, pero con la madurez y experiencia que habían acumulado a lo largo de los años. La portada del disco, es una ilustración del célebre pintor Edvard Munch, uno de los más venerados artistas en la historia de Noruega, y gracias a esta conexión, se preparó una exposición que combinaba el arte de Munch, con música de Satyricon, no es que fueran escogidas piezas previas de su discografía, sino que se compuso una gran obra de 56 minutos reproducida repetidamente en una gran sala que alojaba diversas pinturas y cuya iluminación era mínima.
Satyricon es hoy una de las pocas bandas de black metal que ha logrado mantenerse activa y relevante sin perder su esencia. Su capacidad para innovar y adaptarse ha sido clave en su éxito, y su música continúa inspirando a nuevas generaciones de músicos y seguidores del metal extremo. La influencia de Satyricon va más allá de Noruega y del black metal; representa la evolución de un género que nació en la oscuridad y que, a través de bandas como esta, ha alcanzado una audiencia global.