A simple vista podría no parecer un nombre muy atractivo para una banda de rock…
«Schizophrenia»: El primer salto a las grandes ligas de Sepultura
Uno de los discos más viscerales de la banda y proveniente de la época primitiva de Sepultura, pero era al mismo tiempo un disco que trajo aires de cambio para los brasileños en pos de esta internacionalización brutal que alcanzaron convirtiéndose en unos verdaderos héroes para su país, en cuanto a metal por supuesto, pero al larga, a la música en general de Brasil.
Schizophrenia es el álbum que encendió la llama, y mostrando que sí se podía, tener un horizonte ambicioso con música bestial, con visión de futuro y llegando a tener hordas de seguidores en todo el mundo. Temas como “From the Past Comes the Storms”, “To the Wall”, “Escape to the Void”, “Inquisition Symphony” y “R.I.P. (Rest in Pain)” siguen siendo algunas canciones que hicieron escuela en el estilo y donde sus riffs o estructuras fueron manual para todo el desarrollo del género death y thrash hasta la actualidad.
Andreas Kisser habló de este disco hace unos años en ese interesante ciclo «Sepulquarta», donde dejó claro la importancia del álbum, el sonido que alcanzaron mezclando influencias de bandas thrash anteriores y contemporáneas, con melodías un poco más «amigables» de Motörhead y Metallica. Además de constatar el importante trabajo gráfico que se hizo para el arte del disco, esa legendaria foto a doble portada, y la influencia de clásicos como «Spreading The Disease» de Anthrax o «Haunting In The Chapel» de Slayer.
En sus antecedentes estaba aquel EP debut de la banda en 1985, Bestial Devastation, mezcla sucia y visceral de bandas death y thrash de primera parte de los ochenta y su sucesor de larga duración, Morbid Visions, es igualmente salvaje, incluso con su producción de baja calidad (que ahora tuvo reivindicación con su regrabación mejorada por los hermanos Cavalera)
Pero fue con el álbum de 1987 Schizophrenia, el primer lanzamiento de Sepultura con el guitarrista Andreas Kisser, que las habilidades de interpretación y composición del grupo finalmente coincidieron con su energía, allanando el camino para saltar a la multinacional Roadrunner Records.
«Escuchábamos Morbid Angel, Death, Bathory y Celtic Frost. Y a Andreas le gustaban más Metallica y Ozzy», explica el cantante y guitarrista. «Fue una buena mezcla, y escribimos cosas realmente geniales. Las canciones se volvieron más elaboradas. Y simplemente mejoramos. Aportó elementos de thrash realmente geniales a la banda que no estaban allí antes y la música se volvió más complicada. Si escuchas [la instrumental] ‘Inquisition Symphony’, esa canción tiene 500 riffs. Todo simplemente mejoró».