«Scream»: el disco que dividió a los fans de Chris Cornell
Mosley Music Group / Suretone Records, 2009
Scream es indiscutiblemente un disco que implica contrastes y ha sido tema de debate para lo que ha sido la carrera del cantante de Soundgarden, tanto desde el punto de vista de su evolución musical, como de la recepción de sus fans (bastante tibia, generalmente, por lo demás). A pesar de ello, el peak de esta placa lo obtuvo en Billboard, alcanzando en puesto número 3 en el año de su lanzamiento. Cornell nos muestra la experimentación con estilos musicales, melodías y sonidos distintos a su sello rock grunge incomparable e inolvidable. Y eso, para muchos, fue una especie de traición. Aunque para otros —y el tiempo ha ayudado en esa premisa— sirvió para reconocer una faceta que finalmente no se acopló tan mal al gran matiz de la que es considerada por muchos la voz de toda una generación.
Y es que acá afloraron sus influencias y raíces como cantante muy desconocidas en base a intérpretes de R&B principalmente, lo indica él mismo en el rockumental del disco de Audioslave, Out of Exile del 2005. Fue producido por Timbaland, un gran productor, pero venido del mundo del hip hop y R&B. Scream está conformado por 14 tracks continuos y conectados, sin pausas. Y se entiende claramente su mano productora en todo esto.
En una entrevista dada a MTV del año 2009 Cornell justamente se refiere a su trabajo junto a Timbaland. “Si te quedas en tu zona de confort, donde haces lo mismo a lo que estás acostumbrado, podrías quedar atascado siempre ahí. Eso nunca me va a pasar.”, decía. Y eso justamente es lo que demuestra con este material en que los tracks suenan pegadizos y danzarines como la propia Scream, Part of Me y Ground Zero. En definitiva un giro que sólo artistas de su talla pueden hacer y salir medianamente airosos: experimentar y reinventarse. Y refiriéndose a la conexión entre tracks expresa que es una obra con un hilo musical que conecta todas las canciones y que se convierte en un álbum que es, en cierta medida, similar a uno de los años setenta, cuando la gente aún oía un disco completo de una vez.
Por cierto, Ground Zero aparece en la serie inglesa Life on Mars, emitida en EE.UU. en 2008 y 2009. Su personaje principal, Tyler (detective de policía) es atropellado por un auto y queda inconsciente. Al recuperarse, despierta en 1973. Y es justamente en esta década la ambientación que da vida fílmica al video de Ground Zero.
El solista declaró al medio Metronomix en 2009 (respecto al recibimiento de su álbum por el público y las críticas) que los comentarios positivos y negativos dependen según la edad de quien los emite: Los positivos han provenido de los jóvenes. Y los negativos, mayoritariamente de adultos. En palabras de Cornell, se dedicaron 6 meses en el álbum, que es musicalmente más amplio y aventurado. No es basado en guitarras, ni rock de ningún tipo. Y tampoco quería él hacer un álbum que sonase similar a otros, como si se fuese rehaciendo con la misma fórmula. Es por eso que Scream es y será, seguramente, un álbum que seguirá marcando cierta polémica tanto entre los amantes y detractores de Chris Cornell, como del hip hop y R&B. A pesar de ello, siempre es una buena idea hacerse un juicio propio y detenerse a escucharlo.
Por Sandra López