Un show esperado que llegó de forma bien accidentada, pues tras un fallo enorme en…
Silversun Pickups en Lollapalooza Chile 2017: Un show suspendido en el tiempo
El sábado 1 de abril de 2017 fue la fecha acordada para el primer show de la banda estadounidense en suelo nacional, banda que con cerca de 15 años de trayectoria y más de cuatro discos editados, realizaba por primera vez un tour sudamericano que se caracterizó por la humildad, cercanía y conexión con sus seguidores.
Con una impoluta puntualidad es que los ideólogos de Carnavas (2006) arribaron al Acer Stage a eso de las 15:25 horas, donde desde una profunda timidez y enérgicas sonrisas, comienzan a tomar sus instrumentos con la más pura certeza de disfrutar este show con el corazón y el alma, y por lo que “Nightlight” es el track encargado de abrir el gran debut de Silversun Pickups en Chile.
Continuamos con “Well Tought Out Twinkles” y “The Royal We”, tracks que en sí mismos destacan la pureza enérgica del cuarteto estadounidense, donde el protagonismo colectivo emerge de la sinestesia encausada por Christopher Guanlao en la batería, seguido por Joe Lester en los teclados y encausado por la voz de Brian Aubert.
No obstante, pese a la fuerza y potencia del rock alternativo que caracteriza a la banda, cimentada en la base influencial de My Bloody Valentine y Smashing Pumpkins, es que “Circadian Rhythm (Last Dance)” llega como uno de los puntos más emotivos de toda la presentación, puesto que la contrahegemonía sonora que propone la dulzura de este track, sumado al protagonismo lírico que toma nuestra querida Nikki Monninger, es que este escenario se transforma en una verdadera pista de baile donde quienes asistieron, no quedaron indiferentes a la ternura de la carismática bajista de elegante vestido negro.
Seguimos con “The Pit”, track donde Brian Aubert lleva al límite su registro vocal, el que acompañado por las, les y los asistentes de ese entrañable show, potenciaron la cohesión de un espectáculo que trasciende la mera puesta en escena, puesto que se volcó todo en una sola voz en “Friendly Fires” y “Latchkey Kids”.
Llegando al último tercio del show que trajo por primera vez al país a los creadores de “Neck of the Woods” (2012), es que la banda apuesta por comenzar la sección final con verdaderos golpes emotivos, es por esto que la banda avanza con “Panic Switch” despertando el clamor transversal en quienes hicieron de ese escenario una verdadera algarabía digna de un carnaval conmemorativo donde las voces unificadas esbozaban sin vacilaciones:
«When you see yourself in a crowded room,
Do your fingers itch, are you pistol-whipped?
And will you step in line or release the glitch?
Can you fall asleep with a panic switch?»
Siguiendo en esta misma línea, y con el hype en los más altos niveles, es que nuestra queridísima Nikki Monninger toma el protagonismo de la segunda mitad de este track bajo un halo de potente humildad y una sonrisa con la capacidad de abrazar todos los corazones ahí presentes, puesto que seguido de “Dots and Dashes”, track que narrativamente se construye desde la articulación audiovisual contenida en el videoclip que cuenta la historia de dos jóvenes enamoradas que en la rebeldía y subversión ante la hegemónica patriarcal, encuentran un espacio de amor en aventuras secretas; es por esto que “Dots and Dashes” se transforma en esa comunión enérgica de la memoria emotiva y colectiva de quienes construimos una relación historiográfica con la banda desde la incipiente pubertad.
Finalmente llegamos al punto más alto de todo el show, donde solo con tres acordes la banda sentenció esta presentación como una performance colectiva en la que todas, todes y todos éramos parte. Con “Lazy Eye” la banda comenzó un potente viaje en el que Acer Stage se transportó a ese 2006 cuando la banda lanzó por primera vez este track en MTV dándose a conocer por toda Latinoamérica. Mientras los vítores más fuertes, acompañados del genuino brillo de los ojos de quienes dieron vida a este show se aunaron en la mítica estrofa “I’ll be waiting, I’ll be waiting for this momento all my life. But it’s not quite right”.
Llegando al primer coro del single de “Carnavas” (2006), es que Acer Stage estalla en una algarabía articulada entre el recuerdo del soundtrack de la adolescencia de una generación completa presente en ese espacio de Parque O’higgins y un momento que suspendido en el tiempo, era una realidad de la que una mayoría no quería salir:
“Locked and loaded
Still the same old decent lazy eyes
Fixed through your gaze
That’s why I said I relate
I said we really
Need to fight to relate”
Siendo cerca de las 16:05 la banda comienza por dar los últimos guiños a este debut muy esperado por quienes acompañan a la banda desde sus inicios. Entre agradecimientos y escuetas palabras esbozadas en español, Guanlao en un abrir y cerrar de ojos se despide con la polera blanca visitante de la selección chilena de futbol, un guiño que no pasó desapercibido para la hinchada que los sigue desde iniciales 2006; lo que sumado a la efusividad, espontaneidad y naturalidad de los eternos amigos, Brian y Nikki, Silversun Pickups se llevaron el corazón de su público más fiel, quienes dejaron la vida en tan esperado debut en suelo nacional.