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“Song Machine”: Gorillaz y su devoción por innovar
Durante 20 años la banda animada, que tiene detrás a Damon Albarn y Jamie Hewlett, ha logrado romper todos los moldes donde los han encasillado. En esta ocasión, entregan un proyecto que, otra vez, innova en su modalidad, pues se lanzaba un tema cada vez que finalizaba un episodio de esta serie llamada “Song Machine”; al final, compilaron todo en un disco, el que se afirma en invitados de lujo y que intenta volver a la forma de los brillantes “Demon Days” y “Plastic Beach”.
Esta “primera temporada” ve la luz en este caótico 2020 que promovió una creación a la distancia, añadiendo energía artificial que se aprecia en la buena cantidad de experimentos que presenta el álbum. El ídolo Robert Smith impone presencia en “Strange Timez”, el cual muestra una estructura de efectos de sonido respaldados por un bajo funky. Beck continúa este pop funk en “Valley of the Pagans”, una de las mejores de este trabajo, llena de ritmo, aire disco y voz distorsionada del invitado, el que hace un tremendo crossover con 2D en su crítica festiva a los influencers de Instagram. “The Lost Chord” es más suave y flota en una línea de bajo y los matices soul de Leee John.
“Pac-Man” es todo funk electrónico, con Schoolboy Q en equilibrio con las excéntricas habilidades rap de 2D. St Vincent hace acto de presencia en “Chalk Tables Tower”, con más trazas electrónicas pero sin impactar como las anteriores. Entonces, aparece en gloria y majestad Sir Elton John; “The Pink Phantom” es una melodía relajada, con las vibraciones cargadas de piano y la voz de 6LACK intercalándose con Elton, otorgando un tono más épico. “Aries” es un grato sonido de bajo acompañado por cajas rítmicas de estilo antiguo; este es un viaje a los ’80, a esos territorios de los primeros estertores de Depeche Mode y New Order, gracias a la presencia de Peter Hook. “Friday 13th” sale a flote con su suavidad en contexto de trip hop, parecido a “With Love to an Ex”, que se pasea por “Karmacoma”, de Massive Attack, y hace eco de las primeras creaciones de Tricky.
“Song Machine” acierta en lo que “Humanz” falló y usa de manera efectiva las colaboraciones, dejando que éstas se luzcan sin opacar a 2D. Por otro lado, cada canción podría ser la favorita de alguien, pues existe una enorme variedad de estilos y sorpresas que se equilibran, que se conectan, aunque eso fuera poco probable de lograr con tanto invitado, tantas ideas y tantas canciones; pero ocurrió, y eso fue porque Damon Albarn brilla en su capacidad de hilvanar todo para darle forma de concepto, incluso dejando fuera al pop y dando más espacio para la creación de atmósferas musicales muy interesantes.