"Sonic Highways", la serie de Foo Fighters, declaración de amor a la música americana, Cap. 8 y final: Nueva York
Llegamos a la estación terminal de esta ruta a la que nos invitó a viajar Foo Fighters para celebrar sus 20 años en escena. La ruta se llamó “Sonic Highways” y estuvo plagada de recuerdos, voces, luces, creatividad, canciones, leyendas…en un día complejo, donde acá en Chile se acaba de anunciar que su show “se cambia” a la Pista Atlética del Nacional por baja venta de entradas, vamos a comentar esta experiencia documental y que denominamos en Nación Rock, una “declaración de amor a la música norteamericana”.
El capítulo final nos sitúa en Nueva York, ciudad a la que todo músico desea llegar. Es una ciudad que por sí sola nos habla de música; los panoramas son imperdibles cada día, la oferta de shows nos habla de evolución pues encuentras de todo, todos los días. Las imágenes de la Gran Manzana nos deleitan, nos hablan de éxito, mientras van pasando collage que abarcan shows de Ramones hasta Paul Simon. Justamente porque el guion nos quiere hablar de evolución y variedad, pero siempre cubierta de mucho éxito.
Dave Grohl no aparece en escena hasta muy avanzado el capítulo, deja que otros protagonicen este episodio final. Paul Stanley, el legendario frontman de “Kiss” habla un buen rato sobre Hendrix y la experiencia de grabar en la ciudad; el productor Jimmy Lovine, Thurston Moore de “Sonic Youth”, Mike D de los “Beastie Boys”; cada uno expresa su experiencia liderando ciertos movimientos o estilos musicales que nacieron en NY.
El guion del capítulo se basa en cómo Nueva York funciona como una máquina de hacer dinero, y cómo en esta ciudad encuentras a los cerebros que son capaces de organizarle una carrera a un artista basado solamente en este concepto. Se repasa el West Village y su escena folk, toda la movida punk, el rap y todo lo que ha devenido de la ciudad, amparada en ese concepto del dinero. Nuevamente Grohl se junta con un gran productor, en este caso Steve Rosenthal, para repasar las figuras legendarias que grabaron en The Magic Shop, estudio que servirá a Foo Fighters para darle vida al último tema del “Sonic Highways”.
Detenerse en cada ciudad de Estados Unidos es un buen online casino ejercicio pero a la larga redunda en lo mismo. Hay tanta mezcla de razas, de culturas, en cada ciudad norteamericana que los estilos musicales se van influenciando mutuamente, para dar origen a fenómenos parecidos. Entremedio, la serie falla en querer graficar identidades de cada ciudad mostrando tragedias que ocurrieron en ellas (el atentado al World Trade Center o la inundación del Missisippi, Katrina etc); en eso la serie no da el ancho y se desliga de la idea del guion de retratar la evolución de la música, allí es muy pretencioso y no logra su objetivo.
Como recolección de imágenes y entrevistas está muy bien logrado. Las casi 100 entrevistas que debe haber realizado Dave Grohl a diversos a personajes de mucho nivel, algunos desconocidos, pero sumamente conocedores de las mejores y peores etapas de los 50, 60, 70 etc. le dieron peso, y se transformaron en la piedra angular de cada episodio y, finalmente, de esta serie.
“Sonic Highways” es un buen collage de imágenes pero no logra el objetivo citado por el propio Grohl en el primer episodio: “quiero desgranar el árbol genealógico de la música americana y exponer sus raíces en busca de inspiración para el próximo disco de Foo Fighters”. Si escuchamos el disco, nos queda la sensación que de ninguna manera es uno de los mejores trabajos de la banda, es más, ni por asomo se acerca al “Wasting Light” de 2011.
Si Grohl dice que trató de buscar inspiración, y en varios temas lo acompañaron tremendas leyendas de cada ciudad que visitó, porque produce un disco “de la medianía de la tabla”, y en el que muchos temas son sacados del ideario Foo Fighters, sacados del calco de Grohl y sin mucha novedad. ¿Cansancio?, ¿agotamiento? Puede ser. La cara del productor era, en cada capítulo, de más hastío.
Otra pregunta. ¿Por qué HBO confiaría en este proyecto? Porque Grohl es Grohl, porque el tipo atrae masas más allá que su banda sea interesante musicalmente. Esta serie queda algo más abajo del intento anterior, pero es una buena apuesta de HBO jugársela por proyectos que abarquen música, considerando que la televisora lanzará su servicio streaming en 2015 y pretende pelearle, cabeza a cabeza, a Netflix el protagonismo de la nueva industria televisiva que está naciendo. ¿Se potenciará el fenómeno “rockumental” en televisión? ¡Que así sea!
Que esta serie termine con Grohl entrevistando a Barack Obama, en la Casa Blanca (¿qué no estábamos en Nueva York?), ambos conversando sobre lo lindo que es Estados Unidos, y que la última imagen sea la bandera yéndose a negro nos dice que llegamos al episodio final con poquita creatividad pero con ganas de impactar, de dejar para el final la guindita de la torta del rockero logrando tocar en la Casa Blanca, en función privada, y lograr sacarle unas frases para el bronce al Mr. President.
“Sonic Highways” no fue una serie. Fue un making of sobre el disco de la banda, que no ha sido celebrado por la crítica, y que no sacó provecho de todo el viaje musical que se hizo. Un buen intento solamente.