Soul Asylum en Chile: Mucho más que hits
Finalmente los norteamericanos se presentaron anoche en el Teatro Cariola para repasar -por primera vez en Chile- su discografía y demostrar su energía que varió entre sus inicios algo punks hasta lo mejor del rock alternativo de los años 90, deleitando a un público íntimo que, a pesar del día y horario, no les falló.
La presentación estaba pactada para las 20:30, pero la gente, en día laboral, se hizo el tiempo para comenzar de a poco a llegar al recinto ubicado en San Diego. La ciudad de Santiago suele presentarnos más de algún problema a la hora de llegar temprano a alguna presentación; no obstante, el público llegó al Cariola, donde los esperaba una buena dosis de rock para tranquilizar el estrés de un ajetreado martes. En los altoparlantes sonó “Ballad of a Lonely Man” de Mike Ness, trabajo solista del vocalista de Social Distortion, “Nothing to Lose” de Billy Talent, “Far Away from Close” de Butch Walker y “Down in a Hole” de Alice in Chains, los cuales se disfrutaron con buenos brebajes por parte de la audiencia que se presentó, no en gran masa, pero en hartos grupos de amigos que sacaron a relucir sus poleras de Pearl Jam, Nirvana y de los propios Soul Asylum.
20:48 y las luces se apagaron. Apareció en el escenario los liderados por David Pirner, los cuales, minuciosamente, se posicionaron en sus respectivos lugares y comenzaron la función con “Just Like Anyone” del disco “Let Your Dim Light Shine”. Una apertura bien enérgica junto a “Lately”, pero que la gente comenzó a digerir lentamente. “Misery” fue la que prendió los celulares y, por supuesto a la masa; sin embargo, el sencillo que triunfó en plena época del grunge, sufrió algunos problemas de sonido que no opacaron a una de las mejores canciones de la agrupación nacida en Minnesota.
“Estamos muy felices de estar aquí. Es un placer”, dijo escuetamente Pirner para emprenderlas con “Whatcha Need” que fue tocada como una verdadera power ballad. Con un toque de tranquilidad para un concierto que por momentos fue muy íntimo, la canción fue coreada y el público movió sus brazos de derecha a izquierda y viceversa para acompañar la tonada. La banda formada en 1981 todavía conserva, por momentos, ese estilo punk que los hizo denominarse Loud Fast Rules para luego tener el actual nombre. Pirner junto al bajista Winston Roye y el guitarrista Justin Sharbono tomaron agua (eso creemos) y se comunicaron en cada canción para deleitar a sus forofos, que llevaron una bandera chilena con el nombre de la banda y que le mostraron varias veces revelando que, acá, en este país, existe una fanaticada que los espero por largos años para verlos en vivo.
“Black Gold” fue el preludio para una de las mejores composiciones de los 90: “Runaway Train”. Los primeros arpegios del hit que los hizo conocidos mundialmente no sonaron muy bien, nuevamente los problemas de sonido hicieron eco, pero fueron amenizados de forma correcta por los músicos que sacaron la tarea adelante para alegrar a muchos que asistieron solo por escuchar este sencillo del LP “Grave Dancer Union” de 1992. “Hopped Up Feelin” y «Stand Up and Be Strong” tuvieron fuerza y agresividad para cerrar el setlist que tenían contemplado.
Sin embargo, los estadounidenses tenían dos cartas bajo la manga como fueron los temas “I Did My Best” y “April Fool” que finalizaron una noche que fue esperada por largas décadas por sus fanáticos que vieron como Soul Asylum les demostró que no han sido solo esos dos éxitos noventeros como son “Runaway Train” o “Misery”, sino que tienen una larga cantidad de buenas canciones que no tienen la misma magnitud en este país que se encuentra al final del mundo, pero que nos manifiesta que, a pesar de los muchos cambios de integrantes que han tenido, conservan el carácter que los hizo conocidos, radicando, todo ello, en su vocalista que contagia a los demás con un vigor inobjetable a través de cada composición.
Por Bastián Cifuentes