Soundgarden en Lollapalooza Chile 2014: La banda que abrió un agujero en el cielo

Soundgarden en Lollapalooza Chile 2014: La banda que abrió un agujero en el cielo

No habíamos alcanzado ni siquiera respirar un minuto luego de la impresionante actuación de Arcade Fire, cuando ya en el otro escenario emanaban los ecos de animales que hacen de intro a uno de sus más notables temas de su joya de 1991 “Badmotorfinger”; ‘Searching With My Good Eye Closed’. Sí, era Soundgarden que arrancaba su primera presentación con todas las de la ley acá en Chile y sin duda una de las más esperadas por estos lados. El núcleo de la banda de Sub Pop, la de la escuela del grunge de Seattle (incluso antes que Nirvana) estaba ahí ante nosotros: Kim Thayil, Ben Shepherd y la figura casi venerada de Chris Cornell, quienes sumados al sólido Matt Chamberlein -que llegó en reemplazo de Matt Cameron que se bajó de esta gira- (mala suerte para él dirán algunos, o para nosotros los más fieles a su estampa) daban puntapié inicial a una soberbia dosis de estridencia y rock del más crudo, con un interminable mar de gente al frente, que estaba dispuesta a celebrar cada uno de sus acordes.

El detalle de abrir con este tema no es menor, Soundgarden nos ofreció un puñado de canciones que repasaron muy bien toda su discografía, luego ‘Spoonman’ encendía más aún los  fuegos, el single del hombre cuchara de su aclamado “Superunknown”, que celebra sus 20 años este 2014 tal como diría el propio Cornell en el escenario, el cual hace poco había sido tocado íntegro en el iTunes festival, pero ésta no era la ocasión de hacerlo (aunque a muchos les hubiera encantado) ‘Let Me Drown’ sería consecuente con el sonido de ese disco. Obviamente que ‘Black Hole Sun’ no podía faltar y la emoción se fue a lo más alto, y más adelante la propia ‘Superunknown’ estallaba en decibeles, en un concierto que la verdad sonó muy muy fuerte. No apto para delicadezas de oídos. O la misma ‘My Wave’, la emotiva ‘Fell on Black Days’ -que causó muchos gritos y aplausos –  y ‘The Day I Tried to Live’ dejarían claro que no sólo es un disco que es muy querido por sus fans, sino que también por ellos mismos.

En las entrevistas previas Ben Shepherd había sido claro y conciso: no se emocionan tanto con la idea de los festivales, pero también dejó claro que no por eso la banda no iba a entregar todo de sí. El show de Soundgarden no consiste en parafernalia, solo poder de sus instrumentos y una actitud enorme, el fondo del escenario apenas fue decorado con el logo de “King Animal”, disco que trajo de vuelta a los estudios a estos grandes, y del que sonaron varias: ‘Rowing’, ‘Taree’ y la ondera  ‘Been Away Too Long’ que fue bastante coreada por la audiencia.

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Pero cuando la banda liberaba sus clásicos era otra cosa. ‘Outshined’ fue gratamente recibida y coreada, con ese coro seductor que posee entre medio de esos riffazos, misma cosa con ‘Rusty Cage’ que se atribuía una punk propuesta, muy ruidosa y rápida. Cornell contaba la historia de ‘Beyond the Wheel’ casi como abuelo contándole una historia a su nieto, una gema de su disco seminal “Ultra mega OK” y también no podía dejar fuera las oscurísimas ‘Pretty Noose’ (entrando con esos acordes inolvidables y ese golpazo en la caja), la intensa ‘Blow Up the Outside World’ y con ‘Burden in My Hand’ simplemente daban ganas de ahogarse en ella, todas de otra de sus grandes placas como lo fue el “Down on the Upside”. Simplemente Ajusticiando gustos para todos. Lo único que se extrañó fue algo de otro discazo como el «Louder Than Love», canciones que brillaron por ausencia.

Fueron dos horas de show y la verdad es que ni el cansancio de toda la jornada (y la anterior) nos haría bajar los brazos con este concierto. El final esperaba algo mejor, tras una retirada vuelven con una muy impecable versión de ‘Like Suicide’, la muy vintage ‘Flower’ y el final con ‘Slaves and Bulldozers’, que no solo fue grato debido a la canción misma, sino que se extendió por largos minutos con jams y un final devastador, con todos rechinando estridencia, feedbacks y acoples de sus guitarras contra sus amplificadores, retirándose primero Cornell, luego Shepherd (que se quedó parado dándole a su bajo como poseído por el mismo demonio) y el desafiante Kim Thayil, que se quedó por varios minutos también parado ahí, sacudiendo todo el Parque con el noise de su guitarra, como si quisiera quedarse ahí toda la noche. Un verdadero show que nos pudo haber recordado los mejores momentos de Sonic Youth en vivo incluso.

Sobre el trabajo de Chamberlein no podemos poner mayores peros, un tipo que se desenvuelve sólidamente con la fiereza de Soundgarden y que también ha hecho sesiones con Tori Amos y Peter Gabriel (cosa no menor). Su camiseta de los hardcore de vieja escuela de Washington D.C. Bad Brains  lo dice todo ante su amplio espectro musical y experiencia.

Finalmente, el ruido para y se termina una aplastante presentación y un cierre de festival de los pocos vistos, abrochando una jornada de mucha diversidad, pero que selló Soundgarden con todo lo que se llama rock and roll, como para decir claramente que están más vivos que nunca y totalmente vigentes. Y ojo, que Cornell en su despedida anunció un regreso «very soon», del cual no quepa duda que estaremos esperando ansiosos.

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Setlist: 

Searching With My Good Eye Closed
Spoonman
Let Me Drown
Rowing
Black Hole Sun
Jesus Christ Pose
Outshined
Beyond the Wheel
Taree
My Wave
The Day I Tried to Live
Been Away Too Long
Blow Up the Outside World
Fell on Black Days
Superunknown
Pretty Noose
Burden in My Hand
Rusty Cage
Encore:
Like Suicide
Flower
Slaves & Bulldozers

Por Patricio Avendaño R. 
 Fotos: Lotus 

Patricio Avendaño

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