Sudamerican Rockers, la serie de Los Prisioneros: La nueva mentalidad televisiva
La serie de Chilevisión, que finalizó su primera y segunda temporada a mediados de diciembre, tiene como gran mérito el posicionar la música dentro de un formato televisivo masivo y en un horario prime. Puede que no le haya ganado a las teleseries turcas y su público «cautivo», pero es de esperar que sea el inicio de un proceso de respeto a lo nuestro, a lo que nos define como país y a nuestra cultura.
El mérito de la serie parte por aquel camino que ya recorrieron otras producciones como Los 80, Los Archivos del Cardenal o Ecos del Desierto del mismo canal, recordando el episodio más trágico de nuestra historia reciente como lo fue la dictadura, esta vez contando la historia de la banda oriunda de San Miguel, en una mezcla entre ficción y realidad lograda con una calidad y dedicación que muchas veces se extraña en nuestra televisión, que poco hace por atraer a las nuevas generaciones con historias de interés y poco puede hacer ante la presión de los auspiciadores.
La historia en general puede que no sea del agrado de la mayoría, inclinada más a los temas románticos o telenovelescos, pero resueltos de manera acertada a mi parecer, a través de un relato que tuvo siempre como hilo conductor la composición de las canciones de González, Tapia y Narea en el contexto histórico que los llevaron a elevarse como la banda más importante de aquellos años y como la más trascendente. «Nunca quedas mal con nadie», «Paramar» o «¿Por qué los ricos?» marcaron grandes momentos de la primera temporada de 12 capítulos, que fue seguida de inmediato por una segunda temporada de 6 episodios donde el final quedó marcado por «Lo estamos pasando muy bien» y un guiño a «Amiga mía» en la última escena.
Un recorrido por la discografía de los prisioneros, su historia personal y su legado. En un lenguaje televisivo actualizado y que tristemente nos recuerda que las cosas desde aquellos años no han cambiado mucho en general y las injusticias y desigualdades nos siguen acompañando. Y ya no tenemos a un Jorge González para cantarlas, quien enfocó su carrera artística en otras aristas y otras inspiraciones desde el disco «Corazones» en adelante. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde aquellos años, historia conocida por todos, con las reuniones múltiples, un par de discos editados en los 2000 y últimamente con Narea y su teleserie personal contra González y también contra la serie de Chilevisión.
Destacables son también las actuaciones de cada uno de los actores, desde los 3 músicos encarnados por Eduardo Fernández (Miguel Tapia), Diego Boggioni (Claudio Narea) y la revelación de Michael Silva (Jorge González), que no había sido parte de la Película “Miguel San Miguel” como los otros 2 protagonistas, en la que el papel del líder era interpretado por un tímido Mauricio Vaca, que no fue considerado para este proyecto. Desde ellos y hasta los personajes secundarios, como la familia de Jorge, amigos como el “Arcaico”, las novias de los músicos, las groupies y hasta el mánager.
Quizá el como muchos otros no han terminado de comprender lo valioso de esta serie, en un país como el nuestro donde tiene que existir una ley que obligue a tocar cierto porcentaje de música nacional en las radios, y que la última producción que uno puede recordar que tuvo a la música como parte protagonista fue la teleserie Tic-Tac de TVN en los 90, con canciones de Queen como banda sonora. 30 años después aún no hemos sido capaces de poner a Los Prisioneros en su sitial y lamentablemente la percepción que se tiene de la banda está siempre más ligada a los escándalos que tanto empeño ponen los medios en recordar cada vez que se habla de ellos, dejando a la música en lugar secundario. Por primera vez en un medio masivo la música se utiliza como el motor de una historia, una historia de barrio, de la manoseada clase media y como un grupo de jóvenes de San Miguel pudo de manera inteligente, en plena dictadura lograr ser el portavoz de una generación que tenía en aquellos años la ilusión de vivir en un país mejor y que tuvo en la simpleza musical de Jorge, Claudio y Miguel un desahogo. El legado de los prisioneros es indiscutible para una generación de músicos que hasta hoy lucha por hacer de la música nacional un orgullo popular, una misión a la que «Sudamerican Rockers» ha colaborado situando a Los Prisioneros en el lugar que les pertenece en la historia.
Si se la perdieron o quieren volver a verla, pueden encontrarla en el YouTube oficial de Chilevisión o bien la pueden descargar en esta web.
Por Miguel Pérez