Tame Impala en Lollapalooza Chile 2016: Caleidoscópico atardecer
Cada cierto tiempo, Lollapalooza y diversos festivales que se han hecho en el país, nos da ciertos atardeceres mágicos, que combinan el ambiente, la caída y puestas de sol, con la música que emana de los artistas sobre el escenario. Recordado caso reciente como el de Robert Plant el año pasado, con toda su mística, Deftones en el SGL con una imagen de postal o Queens of the Stone Age hace varios años en el Maquinaria donde la puesta de sol fue elogiada hasta por el propio Josh Homme.
Lo que pasó ayer con Tame Impala entra en ese cuadro. A las 19.15 y con un fondo espectacular de un círculo de colores, los australianos arrancaban un show que nos dejaba claro porque a estas alturas son uno de los números fuertes del festival. A escena un Kevin Parker descalzo agarrando la guitarra para una sicotrópica intro que antecedió a ‘Let It Happen’ y el delirio se desataba. ¡Qué buen tema para arrancar un show y hit indiscutido de su nuevo disco!
«We are Tame Impala from Australia» decía un Kevin Parker que emanaba THC con su sola presencia, ‘Mind Mischief’ seguía, un adorable tema del «Lonerism», tremendo discazo que se despacharon el 2012. Parker elogiaba el paisaje y las montañas de fondo, admiraba el gran momento que vivía y se sentía muy bien, como muchos de los que ahí estuvimos. Esta efervescencia volátil llena de sintetizadores delirantes por lo demás sonaba a mil maravillas.
‘It Is Not Meant to Be’ llegaba, no sin Parker advertir que fue tocada en su primera visita a Chile. Los colores de la pantalla se disparaban, era un tremendo apoyo visual que nos hipnotizaba junto con su música. Parker seguía mostrándose muy buena onda con el público, por ejemplo cuando llegó el momento de echar a competir al crew nacional vs el de Argentina de su reciente pasada en el Lollapalooza de allá, cuando tocaron ‘Elephant’, que sacudió el escenario VTR. Finalmente nos dio el favor de la victoria a nosotros en cuanto a entrega por sobre los trasandinos.
Llegaba una tripleta del «Currents», temas que la banda goza interpretando a estas alturas. ‘Yes, I’m Changing’, ‘The Less I Know the Better’ y ‘Eventually’ que se recibieron con bastante agrado. La mayoría del público ya cantaba sus nuevas canciones, las de un disco que marcó un giro en su dirección pero que fue totalmente bien recibido. ‘Apocalypse Dreams’ fue una verdadera locura, entre el sonido de la sicodelia llevada a un nivel noise y los colores y burbujas que salían de esa pantalla.
‘Feels Like We Only Go Backwards’, otra joya guardada para el final cuando la noche ya se había entregado totalmente, nos dejaba claro que era uno de los shows más contundentes de la jornada. No hubo prácticamente puntos bajos: sonido, presencia, apoyo visual, entrega del cantante. Fue un todo que nos dejó verdaderamente alucinados. Parker en la despedida dejaba claro que Chile era una de sus favoritas partes para tocar y así es como de despidieron dejándonos prácticamente pegados al cielo de tanta magnificencia sicodélica.