TesseracT en Chile: La sólida consecución de un esperado destino

Después de varias postergaciones a causa del COVID-19, finalmente los ingleses llegaron a Sudamérica con una gira que los ha tenido más que fascinados con la acogida que ha tenido el grupo en este rincón del planeta. Con una activa presencia en redes sociales a lo largo del tour, fue ahora el turno de Chile de demostrarles por qué hemos sido autoproclamados y también corroborados «mejor público del mundo».

Y es que Daniel Topkins, vocalista del quinteto, no tuvo reparo alguno en señalarlo en medio de una frenética presentación, que vislumbró por su sencillez escénica y por su obsesiva sincronización, en donde los músicos son conocidos por mostrarse siempre a gusto.

En el escenario no había ningún amplificador de guitarra o bajo, solo parlantes de retorno y salida. Al lado del Acle Kahney, uno de los guitarristas y principal compositor del grupo, dos notebooks en cuya pantalla se podían ver los respectivos DAW (Digital Audio Workstation) con las pistas de apoyo y las configuraciones de las guitarras, en donde en conjunto al otro guitarrista James Monteith solamente se dedicaban a tocar las secciones mientras los sonidos cambiaban dependiendo de la textura de los temas. Otro nivel. Recordemos que esta banda además de su sonido preciso y cuidado, ha estado siempre a la vanguardia en torno a la digitalización de la música extrema, cuya potencia y recursos no tiene nada que envidiarle a los procesos analógicos históricamente apreciados por músicos de distintos estilos.

Pero antes de seguir con el relato del plato fuerte, importante mención hay que hacer a los nacionales Desire of Pain, grupo liderado por Sebastián Silva que deleitó al público abriendo con un show en donde se recorrió algunas piezas claves de su trayectoria y nueva música, como lo es el single ‘SEMPER’ publicado recientemente. Los motores quedaron más que encendidos para lo que vendría después.

TesseracT recorrió practicamente toda su discografía con piezas claves: ‘Of Matter’, la colosal ‘Concelaing Fate’ y ‘Beneath my Skin’, cortes que en los discos están fragmentados en secciones pero que en vivo al ser ejecutados de forma fluida toman otro matiz. Sólida la parte rítmica compuesta por el baterista Jay Postones, quien tocó cada canción como si no implicara ninguna dificultad; y Amos Williams, histórico bajista quien mantuvo una constante complicidad con el público, llegando a quitarse la camisa en un gesto poco habitual en músicos de este estilo. El grupo se sentía en casa, Daniel no podía creer que la gente cantara las canciones de memoria. ‘Smile’, ‘King’, ‘Juno’, ‘Nocturne’ y ‘Dystopia’ se oyeron fuerte. Inclusive la canción nueva tuvo una enérgica e instantánea aceptación, que verá la luz próximamente en el ya grabado quinto disco de la banda.

Sin duda este ha sido un paso bastante particular por parte de uno de los grupos de culto más aclamados actualmente del metal progresivo, el cual no quedó indiferente ante la muchedumbre, y se repetirá la experiencia en el primer festival en Chile centrado en el estilo mencionado hoy 31 de marzo en el Teatro Caupolicán.