Hace poco les anunciamos "Bad Witch", el nuevo registro de Nine Inch Nails sucesor de…
«The Slip»: Nine Inch Nails en su veta más sombría y abstracta
The Null Corporation, 2008
El 5 de mayo del 2008 la banda de rock industrial Nine Inch Nails creada por el músico y productor estadounidense Trent Reznor dio a sus fans un regalo sorpresa, su séptimo álbum que se podía descargar de forma gratuita y con licencia de Creative Commons: “The Slip”. Este disco que no fue anunciado ni promocionado es como todos los trabajos de Reznor, único y notable. Primero porque destaca la capacidad que tiene para hacer de cada proyecto que dirige algo diferente y único sin perder su esencia: evolucionar y cambiar con honestidad, acorde al momento que atraviesa en cada etapa. De hecho, dos meses antes de este lanzamiento había publicado el extenso álbum “Ghosts I-V”, su primer álbum de manera independiente por “The Null Records” (Su propio sello) después de haber roto las cadenas que lo unían con Interscope Records. Es por esta razón que estos dos discos son tan importantes ya que representan un nuevo comienzo, pero no desde cero, ahora con otro nivel de consciencia alejándose al parecer de antiguas conductas autodestructivas para volcarse completamente a lo creativo. El mismo año, en una entrevista que dio para un medio argentino, señaló que estaba felíz por haberse liberado de las discográficas y sobre su relación con “el lado oscuro», dijo que ya no estaba tan loco como antes y que sentía curiosidad por saber cómo era esta nueva etapa, que la furia de antes fue para para tratar de cambiar las cosas: “Tenía una gran rabia, un gran dolor y una gran tristeza, pero ahora me siento felíz. Estoy felíz de estar afuera de las compañías, por ejemplo, donde la gente está totalmente loca. Pero me estoy volviendo más viejo, no odio tanto a la gente, no soy tan destructivo, estoy en un periodo más creativo. Ya no peleo contra mí, ni contra los demás”. Trent Reznor tenía 43 años cuando lanzó este álbum y las cosas estaban fluyendo para mejor en su vida.
En este álbum coexisten sonidos programados con otros análogos como el mismo Reznor afirmó “Es más un boceto que un cuadro” combinando ritmos diferentes del rock, hardrock, drum and bass sin miedo, sin dar explicaciones de nada, pasándolo bien con sus compañeros músicos grabándolo en tan sólo tres semanas. El resultado fue un disco de diez tracks. Algunas estridentes, chillonas, claustrofóbicas y otras como “Lights In The Sky”, un respiro más minimalista en piano dentro de este comprimido y acelerado retrato de la alienación que va mezclando sonidos industriales con otros más oníricos a los que atraviesan guitarras y sintetizadores distorsionados.
El disco fue grabado en su estudio personal y como siempre producido por él mismo, junto a los músicos Alan Moulder y Atticus Ross quiénes venían trabajando desde hace años con Nine Inch Nails, teniendo roles muy relevantes. Moulder co- mezcló “The Downward Spiral” (1994) y co- produjo mezcló y diseñó la obra maestra de la banda “The Fragile” (1999). A su vez, Ross co- produjo otros cuatro álbumes de la banda: “With Teeth” (2005), “Year Zero” (2007), “Ghosts I- IV” (2008), “Bad Witch” (2018). También participaron en “The Split” Robin Finck (guitarra) quien había estado alejado de la banda durante algunos años, Josh Freese (Batería) y Alessandro Cortini (teclado, bajo, guitarra, sintetizadores).
El único sencillo del álbum fue “Discipline” que Treznor se encargó de repartir personalmente en las radios de su país.
En “The Slip” se destacan por su originalidad y prolijidad los temas “Corona Radiata” y el último del álbum “Demon Seed”.
Este séptimo álbum de Nine Inch Nails fue duramente criticado y también alabado por la prensa especializada y sus fans. La recepción y las opiniones sobre él fueron divergentes, pero nadie podría decir que pasó inadvertido, muy por el contrario, hoy ocupa su lugar en la historia del rock.
Por Ame Hurtado