The Used en Chile: Satisfacción recíproca y hardcore para señoritas

Miércoles 10 de octubre 2012, Club Chocolate, Santiago.

Tras un poco más de cuatro años de ausencia, The Used volvió a nuestro país a mostrarnos parte de su nueva placa de estudio titulada Vulnerable y para hacer un repaso de todos sus grandes éxitos que han sembrado muy buenos dividendos en nuestras tierras.

A diferencia de su concierto del año 2007, que tuvo lugar en el Teatro Caupolicán, esta vez el cuarteto de Orem, Utah, se presentó en el Club Chocolate, recinto que resultó ser preciso para la convocatoria, la cual de alguna manera sentaba un precedente algo flojo, sobre todo de su reciente presentación en Argentina donde un poco más de 300 personas asistieron a su show.

En este caso a eso de las 20:15 hrs ya se encontraba bastante poblado el recinto, hora misma en que la banda nacional RIBO ya hacía su show de apertura. La banda nacional tuvo una muy buena acogida, desplegando todos sus potentes riffs que combinan un poco ese metal alternativo noventero con algo de sonido post-hardcore y que tenía mucha razón de sentido para ser búmero de apertura del show de The Used. Su performance terminó a eso de las 20.45 donde los aplausos y vitoreos no se dejaron esperar para esta banda que ya lleva más de diez años dando que hablar por los circuitos nacionales.

Después de un break  y ya con bastante expectación de la gente que ya colmaba el área baja del Club Chocolate, aparece en escena a eso de las 21.10 la banda liderada por Bert Mc Cracken, quien-hay que decirlo- se robó la fiesta y fue uno de los plus de la jornada en cuanto a carisma y a una cercana comunicación con el público.

La apertura con ‘Put Me Out’, parte de su último disco fue muy certera y dejaba claro que los fans iban a estar muy animados para apoyar lo que sea que viniera en su show. Al menos el grupo que estaba más cerca del escenario no dejó de dejar de manifiesto su devoción para con la banda durante todo el espectáculo. Siguieron ‘Take it Away’, ‘The Bird and The Worm’, ‘Listening’ , ‘ Kiss of Goodbye’ y ya el público empezaba a disfrutar con las peripecias de Bret McCracken, quien aprovechaba entre este primer pack de canciones de saludar y empezar a empatizar con la audiencia (principalmente femenina en este caso).

Lamentablemente en cuanto a propiedad vocal la voz de McCracken quedó un poco relegada ante la estridencia de las guitarras y una batería que sonó como cañón durante todo el concierto, siempre bajo la tutela de Dan Whitesaids. Llega el momento de la interpretación de ‘I Come Alive’ carta de presentación de su nueva placa y tema muy coreado, dando cuenta que la mayoría del público ya manejaba claramente todos los temas de su reciente producción. Le siguió ‘ I Caught Fire’, que como el mismo McCracken indicó era un tema ‘old school’, parte de su placa del 2004 ‘In Love and Death’.

McCracken no perdió tiempo, aprovechó de sacarles fotos al público, interactuar en inglés y en español, y cada ciertos momentos curiosamente regalaba agua, tomaba y se la escupía a la audiencia, cosa que no les parecía molestar en lo más mínimo. Su especie de flirteo con las chicas presentes fue claro, incluso más que un par de sostenes le llegaron, de hecho, y los gritos de las niñas a veces llegaban hasta a opacar el ruido de su música. Incluso llegó un momento en que le pidieron nuestra ya clásica y criolla «la colita» y los «¡mijito rico!» tampoco se dejaron esperar.

En una especie de bloque más calmo luego suena la relajada ‘The Taste of Ink’ , ‘All that I’ve Got’ y ‘Buried Myself Alive’, que la audiencia acompañó con la misma devoción, y de paso sirvió un poco para el descanso ya que en la primera parte los saltos y la energía que fluyó del público llegó a deslumbrar hasta a la propia banda.

McCracken anuncia que ‘Blue and Yellow’ será el siguiente tema, un tema que apela al estilo «emo» con que se les ha catalogado y que la banda nunca ha estado muy de acuerdo, aludiendo a que simplemente son una banda de rock. Acto seguido casi como para aseverar su propuesta más densa McCracken nos confirma «We’re gonna play a heavy shit» y convoca al público a hacer un ‘mosh pit’ , el cual se produce y ya empiezan a sonar las furiosas guitarras de ‘Blood in my Hands’ , quizá uno de sus temas más pesados y que culmina con uno de los momentos de más desorden entre el público dentro del show.

El guitarrista Quinn Allman y el bajista Jeph Howard también apoyaban en los coros, sobre todo en este tema que como dijimos, lamentablemnte cuando era muy exigida la canción vocalmente tendían a decaer. ‘The Best of Me’, ‘Pretty Handsome Awkward’ suenan luego y llega el momento de la primera despedida.

El regreso viene de la mano de la balada ‘On my Own’, sólo com McCracken y el guitarrista Allman en escena, en lo que ya veíamos que era el ocaso de su show. El broche final con una intro de ‘Smells Like Teen Spirit’ de Nirvana tuvo parte con ‘A Box Full of  Sharp Objects’, de su disco debut, el cual- dicho sea de paso-, este año está cumpliendo una década.

Un justo setlist, el cual no fue para nada mezquino, estuvo muy bien distribuido con lo mejor de cada una de las placas de The Used y también por otro lado superó en tiempo a lo que tocaron en Argentina, donde realizaron un show de menos de una hora, en este caso la banda obtuvo mucha más efervescencia de un público que no aflojó en ningún momento y que se entregó por completo a cada una de las canciones entregadas por el cuarteto.

Quedó la sensación de satisfacción recíproca, tanto para la banda como para el público. llegó el intercambio de souvenirs al final y la bandera chilena infaltable con la estampa The Used tomada por McCracken, en un concierto que incluso podríamos decir que superó expectativas y que claramente deja rastros que no será la última vez que los de Utah  pisarán suelo nacional.

Patricio Avendaño R.

Fotografía: Tania Venegas

Setlist:

Put Me Out
Take It Away
The Bird and the Worm
Listening
Kiss It Goodbye
I Come Alive
I Caught Fire
The Taste of Ink
All That I’ve Got
Buried Myself Alive
Blue and Yellow
Blood on My Hands
The Best of Me
Pretty Handsome Awkward

Encore:

On My Own
A Box Full of Sharp Objects