Therion en Chile: El ascenso del alma
Fotos: Jerrol Salas
Con una nueva trilogía bajo el brazo, Therion regresó a Chile tras un año de ausencia bajo el marco de la gira “Leviathan Tour 2024”. La banda hipnotizó al Teatro Cariola con su magia, ocultismo, voces poderosas y una majestuosa puesta en escena. Sus fieles seguidores se congregaron en el mítico venue capitalino, y demostraron una vez más su gran devoción por los siempre comandados por Christofer Johnsson.
Al igual que unos años atrás, los invitados nacionales Lapsus Dei fueron los encargados de abrir la noche y encender los fuegos con su doom metal. La presentación de 30 minutos inundó el Cariola en una atmósfera oscura y melancólica logrando captar la atención de los curiosos mientras se llenaban las dependencias del teatro que se preparaba para el plato principal de la noche.
Los locales ofrecieron una sólida actuación a cargo de un set que fue un repaso a sus más de dos décadas de trayectoria. La ocasión también marcó el debut de Martín Morales, nuevo vocalista y guitarrista que se unió hace pocos meses. La banda, conformada por Rodrigo Poblete en la guitarra, José Agustín Bastías en el bajo y Luis Pinto en la batería, demostró la gran calidad que habita en el metal nacional.
Therion inició puntualmente el set con gran potencia de la mano de «Seven Secrets of the Sphinx», seguida por una de las favoritas de la noche, la homónima del álbum de estudio de fines de los 90s, «The Crowning of Atlantis» y «Ruler of Tamag» de su última placa. El extenso show que tuvo más de dos horas de duración recorrió canciones emblemáticas como «Clavicula Nox», «Mark of Cain», «Wine of Aluqah» y «To Mega Therion» que sumergieron al público en las profundidades místicas y ocultas de las letras escritas por Thomas Karlsson.
Las composiciones de la nueva trilogía como «Litany Of The Fallen», «Ninkigal», «Tuonela» y «Ayahuasca» también resonaron con fuerza, mostrando que se han ganado un lugar en el corazón de los fieles. Igualmente, temas como «Lemuria», «Quetzalcoatl», «Sitra Ahra» y «Typhon» desataron coros masivos y manos alzadas de un público que entregó su alma desde un inicio.
El cierre de la noche llegó con «The Rise of Sodom and Gomorrah» y «Son of the Staves of Time», dos clásicos que hicieron explotar épicamente al público que se despidió de una banda que ya es de la casa, sabiendo que pasarán varios años antes de volver a verlos en estas tierras, según los planes futuros anunciados por Johnsson en redes sociales.
La presentación fue un despliegue completo de himnos de metal sinfónico fusionando las artes oscuras con grandes mitologías, acompañados de la majestuosa y teatral performance que caracteriza a Therion. Como es habitual, todo giró en torno a las voces que se alternan en perfecta sincronía en cada canción. La favorita de los fans -hay que decirlo-, Lori Lewis y la española Rosalia Sairem, cautivaron con sus impecables interpretaciones, siendo las protagonistas junto a la voz de Thomas Vikström, que añadió gran armonía a la de sus compañeras.
En esta visita, Therion reafirmó por qué son los padres del metal sinfónico. El público no dejó de ovacionar un espectáculo que fue de altísimo nivel, donde el metal y la música clásica se fusionaron con maestría.