Thrash metal, hardcore extremo y grindcore: The Raging Wrath of The Easter Bunny, el disco que reunió a Mr. Bungle
Ya está anunciada una de las mejores noticias para los fans de la ecléctica banda que lideran Mike Patton, Trey Spruance y Trevor Dunn, la tan anhelada reunión que contempla una serie de shows limitados en Estados Unidos, lo cual ya es gran cosa, aunque además para la ocasión se han motivado a invitar a dos grandes como Dave Lombardo (Fantomas, Suicidal Tendencies, Slayer) y a Scott Ian (Anthrax).
Pero, ¿cuál fue el leit motiv para realizarlo? Junto con anunciarlo, los miembros se encargaron específicamente de recordar a los fans que se trataría de la interpretación de un disco no tan conocido, pero que para ellos significa mucho, se trata del primer demo de la banda, The Raging Wrath of the Easter Bunny de 1986. Todo motivado por la cercanía con Dave Lombardo y en una idea que se estaba urdiendo por años motivada principalmente por Trevor Dunn: «Durante mucho tiempo he estado abiertamente en contra de una reunión, pero la idea de volver a revisar The Raging Wrath of the Easter Bunny fue algo que no pude evitar, especialmente con Dave (Lombardo) parado ahí mismo» dijo a The Holy Filament.
Y en esto la banda ha sido muy enfática, en aquella reciente entrevista Dunn así de categórico suena: «La banda será Trey, Mike y yo, con la adición de Lombardo y Scott Ian. Los otros chicos de “Bungle propiamente dicho” (Danny Heifetz y Bär McKinnon) están al tanto de nuestras actividades y tenemos su venia. Este proyecto es anterior a ellos y dado que toda la idea surgió por conocer y tocar con Dave, tiene sentido abordarlo de esta manera. Tocaremos The Raging Wrath en su totalidad, junto con un par de canciones de esa época que nunca antes tocamos y unos covers clásicos del punk. Quiero ser claro con aquellos que puedan estar (comprensiblemente) confundidos: NO VAMOS A TOCAR NADA DE NUESTROS 3 DISCOS DE WARNER BROS. Estos serán shows THRASH METAL a la 1986″.
Para la banda es realmente emocionante hacerlo y las declaraciones así lo aseveran, incluso se sintió alguna fibra emocional en Mike Patton al anunciarlo y lo importante que es para él tocar esto con Lombardo e Ian: «Tener a Scott y Dave con nosotros en esta misión suicida es más que un honor. ELLOS son una gran parte de la razón por la que escribimos estas cosas en primer lugar, y poder realizarlo más de 30 años después con estos maestros es un milagro absoluto… ¡Finalmente podemos tocar estas tonterías adolescentes correctamente! Una catarsis total para nosotros.»
El disco
Marcado como el disco que grabaron en su adolescencia, en síntesis no goza a grandes rasgos de la diversidad de estilos por la que la banda es tan reconocida, pero sí de un thrash genuino y visceral tan poderoso como el de los mismísimos Slayer que en ese mismo año ’86 lanzaba «Reign in Blood». «La furiosa ira del conejo de pascua» se ejemplifica en la lúdica y bizarra forma que se muestra el disco y su título y estética está inspirado de hecho en un compañero de clase de la secundaria disfrazado de conejo que posó para la foto.
El disco basa su sonido en las influencias del thrash, grindcore y el punk y metal de vieja escuela, es la premisa. Aunque hay cierta «vanguardia» que se evidenciaría en la evolución de la banda más adelante, pero para ellos todo esto fue tomado como una broma, pero que con los años ha cobrado real valor. «Evil Satan» es una de las mejores canciones, porque ahí están sus tendencias extravagantes en pañales (una introducción tonta de bongo, solos kazoo y la entrega vocal funky de Patton) y las agrupan todas en una sola pista, que logra grandes resultados al lado del cuasi ridículo murmullo de palabras que comienza en «Anarchy Up Your Anus». «Hypocrites» es otra pista particularmente extraña: se abre como una canción punk hardcore pura, antes de descender rápidamente en una versión de «La Cucaracha» y una especie de coro de samba. Otra pista del futuro: los ritmos latinos que marcarán la tendencia en el gran homónimo de 1991.
«Spreading the Thighs of Death» y «Bungle Grind» cuentan con algunos solos de guitarra muy intensos. El primero demuestra una clara influencia del thrash/black de Venom/Slayer en la forma en que Trey Spruance crea algunas escalas que se tornan caóticas, mientras que la canción homónima de la banda tiene un método de intercambio mucho más técnico y preciso para el solo. Con «Rapping Your Mind» y «Sudden Death» se aventuraron en escribir canciones de death metal de más de seis minutos de duración completamente salidas del formato convencional.
Si cuando escuchamos el homónimo nos sorprendió lo bien que hacían las partes metaleras, death y hardcore, es porque la escuela era esta forma extrema y desatada del seminal disco del conejito de pascua rabioso. Estaremos muy atentos a cómo se traslucirá todo esto a show en vivo con los conciertos que se avecinan.