Videografía Rock: «Everybody Hurts» – R.E.M.

Everybody Hurts es uno de los videos más icónicos y recordados de R.E.M, porque en él encontramos mucho feeling, desesperanza, tristeza, alegría, rebeldía y sobre todo, tiene esos momentos en que nos quedamos como idiotizados diciendo algo en silencio en nuestra cabeza en un momento de espera, donde todo tipo de pensamientos salen de ella.

Es emotivo por el tono de la canción que es totalmente melancólica obviamente, parte del Automatic for The People (1992) y que contó con John Paul Jones, bajista de Led Zeppelin, en los inspirados arreglos de cuerdas que le escuchamos. Se dijo que en esas encuestas algo absurdas pero decidoras que era «la canción que más hacía llorar a los hombres», pero también porque está repleto de naturaleza humana en él. El video, presenta a un montón de gente atrapada en un taco de tráfico en un puente en la carretera interestatal 10 en San Antonio, Texas y se ha transformado con el paso de los años en un gran momento de la historia de los videoclips.

Fue dirigido por Jake Scott (hijo del gran Ridley Scott por cierto y creador de otras cosas bien notables como «Disarm» de los Smashing Pumpkins, «Reptilia» de The Strokes o «Fake Plastic Trees» de Radiohead entre muchos más). Su ayudante, el director de fotografía Harris Savides ganó un premio MTV a la mejor fotografía en 1994 y vaya que bien merecido, pues su trabajo acá es importantísimo y muy bello.

Los miembros de la banda fueron protagonistas. Bill Berry, Peter Buck, Michael Stipe y Mike Mills, están vestidos con trajes negros, muy pegados, sumidos en sus pensamientos mientras conducen a paso de hormiga por aquel tráfico estancado. La idea es brillante por cómo fue llevada desde el punto de vista artístico y las referencias cinematográficas a 8 1/2 de Federico Fellini (la secuencia del taco en la partida y la vestimenta solemne de los R.E.M. y Stipe siendo «el hombre del sombrero» lo dejan muy claro) y a La Autopista del Sur de Julio Cortázar, donde la situación del taco llega a ser tan desesperante que se provoca una especie de caos.

En este caso Stipe llega como el salvador, dada la situación tan angustiante, que es cuando sale del auto e incita a los demás quienes hacen lo mismo dejando abandonados sus automóviles. El Sentimiento de libertad que aflora es emocionante sin duda y está todo entramado en eso de darle de alguna forma una patada al sistema, dejar las penas, lo material y conectar libremente con un grupo humano de personas desconocidas.

Dentro de las frases que aparecen subtituladas por cierto (que no tienen nada que ver con la lírica de la canción), algunas son tristes, otras divertidas y otras cosas sin sentido. Esta parte es la que da el cierto sabor al video, donde los pensamientos son cosas que jamás diríamos en ciertas situaciones, pero ahí están, subtituladas. Recopilamos algunas de ellas:

Un niño pequeño piensa: «Voy a volar».
Una mujer con lápiz labial piensa: «Mírame».
Un hombre con una cadena en su muñeca piensa: «El silencio es gris».
Un policía con dedos anillados piensa: «El silencio es oro».
Un hombre con un perro en el asiento delantero piensa: «El silencio es una piedra en mi boca».
La mujer pintada de labios piensa: «Nadie me puede ver».
Una mujer con niños en el auto piensa, «… tomates enlatados, frijoles, maíz, papel higiénico …»
Un joven piensa: «Me van a extrañar».
Un niño que escucha a sus padres discutiendo piensa: «BEQUIETBEQUIETBEQUIET».
Un conductor de camión piensa: «17 años …»
Un hombre tapado piensa: «Si tuviera un arma».
Un hombre piensa: «¿Cómo voy a hacer esto?»
Arriba, un evangelista arroja panfletos con los textos: «Llévame a la roca más alta que yo» (Salmo 61: 2), y «Los que siembran en lágrimas cosecharán gozo» (Salmo 126.5).
Un joven piensa: «Solo desearía que dejara de cantar».
En el asiento trasero, su hermano menor piensa: «Mueres, te conviertes en polvo».

Por Patricio Avendaño R.