Videografía Rock: “St. Anger” – Metallica
Dir. The Malloys, 2003.
Cuando apareció el “Black Album”, el universo Metallica se partió en dos. De todas maneras la evolución, al parecer, fue positiva, pues consiguieron seguir siendo una banda relevante y adaptada a las nuevas corrientes que llenaron el gusto de la juventud noventera, pero debiendo pagar costos altos para mantener esa vigencia. Sino, que hablen “Load”, “Reload” y, seis años después, “St. Anger”.
El ambiente de recepción de este último disco estaba viciado por los trabajos anteriores y por la disputa de la banda con Napster, lo cual les ganó miles de detractores. Bob Rock, el mismo que les ayudó a crear un sonido nuevo en los ’90, tomó las riendas del nuevo álbum sin preocuparse demasiado de los dos (distintos) tipos de fans de Metallica. Y algo parecido ocurrió con la oferta de videos.
El vídeo musical para el single “St. Anger” estuvo a cargo del dúo de directores The Malloys y fue rodado en la prisión estatal de San Quintín, en California, siendo el primero que muestra a Robert Trujillo como bajista de la banda. Al iniciar el proyecto había dudas de llevar a Metallica a rodar a una cárcel porque podría verse, fácilmente, como un video de los ‘80. La propuesta de los directores era tomar un enfoque más documental y capturar la severidad de una prisión.
“Había tres cámaras diferentes en funcionamiento y la mayoría de las imágenes que utilizamos fueron filmadas en un bolex. El camarógrafo se acercaba a cada prisionero, uno a uno, y captaba su entorno. Muchos presos llevaban un par de días allí y eso se podía ver en sus caras…el miedo de estar en ese lugar. No creo que pudiéramos haber ido con otra banda, era una sensación de que tenías que ser aceptado por los prisioneros porque estábamos en su casa” dijo Brendan Malloy, uno de los directores, en conversación con MusicVideoWire.
Los guardias decían que con suerte la mitad del penal participaría, pero cuando comenzaron a tocar “todas las personas, de cada celda, estaban ahí!. Los reclusos tenían mucho respeto por Metallica y fue especial para ellos. Nunca hubo un incidente mientras estuvimos grabando, nadie dijo algo despectivo”.
La canción ganó el Grammy en 2004 a la Mejor Interpretación Metal, y fue nominada, en 2003, al premio del canal MTV en la categoría Mejor Video Rock, pero perdió frente a “Somewhere I Belong” de Linkin Park.
Durante las 18 horas que Metallica recorrió la cárcel para conseguir las tomas necesarias, no se reportó ningún incidente y como muestra de agradecimiento, una vez concluido el trabajo, James Hetfield tocó un par de temas para todos los internos.