Videografía Rock: «Stinkfist» – Tool
Dir. Adam jones, 1996
«Ænima» fue una obra maestra y los videos que emanaron de él no se quedaron atrás, mostrándonos—gracias al talento audiovisual del propio guitarrista Adam Jones— este transgresor y sórdido misterio que escondían en sus producciones visuales por esos años (1996) gracias a las técnicas de Stop Motion y el innegable talento creativo detrás.
El uso del surrealismo oscuro de David Lynch, junto con estas letras tan fuertes de un ente incitándote e invitándote a pasarte al lado oscuro, a perderte en su miseria, hicieron que MTV ni siquiera usara el nombre original «Stinkfist» (puño sucio o apestoso literal), pero que deriva de fisting (acto sexual extremo que consiste en la introducción de la mano completa o parcial en el ano o la vagina de la pareja) y produjeron temor en la cadena por causar ofensas o demandas (aunque los directivos vieron en el video un potencial enorme como para no dejar pasar la oportunidad de tener sintonía con él). En su lugar, la canción quedó como «Track#1» durante su fuerte rotación en la estación a mediados y finales de los 90.
En «Stinkfist» todo es sucio, grotesco y decadente, pero es un video sorprendente y maravilloso al mismo tiempo. El clip se enfoca en dos miembros, uno masculino y uno femenino, de una raza muy extraña salida de quizás donde. La imagen de la portada de «Aenima» se proyecta en una especie de pantalla tipo portal. Chupan tubos y tragan clavos y alambres que aparentemente los lastiman (muy posiblemente sus drogas) y son expulsados de sus cuerpos, después de lo cual los ponen en frascos como cultivo.
Otra especie de raza de mutantes tiene entrañas que están conectadas a una pared. En un momento del video, se ve a uno de los personajes despegarse la piel de arena, revelando otra capa de piel cubierta con tatuajes que cubren todo el cuerpo y hacia el final del video, el personaje masculino principal se ve desde la parte posterior, lo que revela una forma de vida similar a un tumor que crece desde su hombro izquierdo. Al menos un crítico comparó las imágenes con las obras de H. R. Giger y los estudiosos de las letras e imágenes tratan de dejar claro que esta es una versión surreal de la naturaleza misma de la adicción de todo tipo: sexo, religión, drogas, televisión. La mugre en su expresión máxima.
La banda en esos años imponía un régimen del misterio, nunca se mostraban en sus videos, eran extraterrestres para muchos con tanto mensaje subliminal y códigos. «Si realmente lo miras. realmente nos miras a nosotros y quiénes somos, entenderás que profundizamos un poco más que en una canción de castigo sobre alguien que está jodido con la droga», decían. Por otra parte, también afirmaban que la canción está inspirada en un amigo del baterista que «no tiene miedo de ensuciarse las manos» en aquella oportunidad.
Ya son más de 25 años de su salida y sigue dejándonos detalles y cosas perturbadoras, tanto en video como en aquellas letras, dignas de atesorar:
