Videografía Rock: Trilogía de Guns N’ Roses
Dir. Andy Morahan, 1991-93.
Si hay dudas de lo grande que llegó a ser Guns N’ Roses, a comienzos de los 90’s, sólo es necesario revisar lo que fue su famosa trilogía de clips; perteneciente a los Use Your Illusion (1991) —placas que, si no hubiese sido suficiente, tenían otros seis videos de menor factura; a los que se le dieron alta rotación en cadenas televisivas. Aun así, es claro el nivel superlativo al que aspiraron con aquellos tres: Don’t Cry, November Rain y Estranged; con presupuestos millonarios que tiraron la casa por la ventana, verdaderos cortometrajes al nivel de lo que hacía Michael Jackson. El vocalista era quien se encontraba a la cabeza, sujetando la batuta. “El resto no quería gastar tanto dinero; pero Axl estaba profundamente convencido de que por más decadentes que sean, se trataba de una expresión de que eran la banda más grande del mundo”, relata Andy Morahan; quien dirigió los tres trabajos.
El primero, Don’t Cry, guarda cierta mesura; tanto en duración como lo impreso en la pantalla. Hay texturas tras los amores y desamores, protagonizados por el pelirrojo y la modelo Stephanie Seymour —a quien él la contrató por expreso capricho, después de verla en una revista, para terminar emparejados durante el rodaje. Basado en conceptos que pueden apuntar a vidas pasadas; en ejemplos como el bebé del inicio, de ojos azules, para al final emerger de una bañera con ojos verdes. O la primera aparición de Rose —antecedido por un cuervo; deambulando en una tormenta de nieve, con un traje militar del siglo XIX, sujetando un revolver. Como así la escena de Slash, y una mujer, saltando en automóvil hacia un barranco —para vérsele después, de vuelta arriba, encargándose del solo. “En apariencia, él muere y es su alma la que asciende; al arrojar la guitarra se desprende de lo material, y terrenal, para seguir su camino”, escribe la periodista argentina Graciela Marker.
De una u otra forma se repiten los mismos errores en diferentes planos existenciales; donde puede caber la toma de los tres yo de Axl en la sala del hospital, chocando entre sí —que en el boceto original le correspondía a Stradlin, para ese momento todavía integrante de la agrupación; pero que se negó a aparecer, como en la sesión de la azotea del Hotel Transcontinental, dándole paso por un segundo al cartel “Where’s Izzy” (¿Dónde está Izzy?). O ya sea él mismo viendo su propia tumba, con la lápida entre el césped que tiene fecha de defunción en 1990. “Ese año fue muy suicida. Todo iba bien, pero después mi matrimonio se destruyó y me hizo pensar en por qué tantas cosas seguían saliendo mal”, acota el aludido —que por bajo el nivel del suelo se le ve a ciegas, verdoso, que da paso a una paloma blanca que asciende; dando inicio a un nuevo ciclo.
La larga duración de November Rain, en tanto, su grueso se basó en el cuento Without You —escrito por un amigo cercano llamado Del James, cuyo esqueleto fue tomado de la relación de Axl y su mencionada esposa Erin Everly; apareció recopilado en el libro The Language of Fear (1995). Pomposo hasta decir basta, que incluyó una sesión junto a una orquesta —donde de hecho sí tocaron, sin valerse de playback; siendo la única oportunidad de esa cruza en el historial de Guns. Sin dudas es el más elaborado del catálogo, con un costo que bordeó el millón y medio de dólares.
Se da a entender que transcurre dentro de un sueño, o pesadilla, de Rose; que al comienzo se le ve tomando unas pastillas, antes de dormir en una habitación de tono azulado. Vuelve a hacerse presente la modelo Stephanie Seymour, para ese entonces la pareja del cantante, haciendo la evolución desde la boda —usando el traje blanco con mini falda en la parte delantera; la recepción que termina de golpe por una inoportuna lluvia, para saltar a su prematuro funeral. Lo único capaz de opacar la historia es el solo de Slash: con guitarra al hombro, saliendo de una pequeña capilla en medio de la nada —específicamente en Nuevo México; tocando pelo al viento, captado por cámaras puestas en grúas y helicópteros, en lo que puede calificar como una de sus instantáneas más icónicas.
Estranged, rotulada como 4ª parte, se adelantó de manera accidentada —sin nunca haberse esclarecido cuál era el supuesto tercer eslabón. “Fue el más absurdo que hayamos hecho. Porque, para ese entonces, Rose y Seymour se habían separado; por eso la idea de una relación entre los dos en el video ya no era posible realizarla. Axl me dijo: ‘No quiero estar con una chica, prefiero salir con un delfín’, y eso fue lo que sucedió”, recuerda el director que complementa: “A esa altura ya no sabíamos qué otra cosa filmar”. Pero fue inamovible la idea de finalizar el proyecto.
Escenas de Axl en su casa en Malibú, tomas de un concierto en el Estadio Olímpico de Múnich (1993); para, desde allí, retomar donde quedó la anterior entrega. “Desilusión de haber perdido el amor de su vida, de tenerlo todo pero sentirse totalmente vacío”, profundiza la interpretación de la ya citada Graciela Marker. El agua siendo un elemento de renovación: la ducha en el camarín, el río que corre por la calle del Sunset Strip, como el estrambótico pasaje del buque petrolero; que incluyó el chapuzón desde las alturas, dándole lugar a los ya nombrados delfines —que en palabras del vocalista: “Simbolizan un estado de gracia y paz”. Como dato anecdótico; el solo de Slash emergiendo del océano no se trató de él, sino de un doble.
Fue tal la extravagante dimensión de la trilogía; que aparecieron tres VHS, uno por cada clip, con el detrás de las cámaras —Makin’ F@*!ing Videos • Part I, II, IV (1994). Con una media de sesenta minutos por cinta, las cuales nunca fueron relanzadas en nuevos formatos; pero sí digitalizadas por cuenta de los fanáticos. Cabe destacar que pese a la injerencia de la modelo en el inconsciente colectivo, ninguna de las canciones iba dirigida a ella —escritas mucho antes que apareciera: Don’t Cry (1985) fue para una chica desconocida —la que se rumorea que Axl se tatuó en su brazo derecho, November Rain (1986) no se tiene mayor información además que su boceto estaba para antes del disco debut, y Estranged (1990) para la ruptura conyugal que tuvo el cantante. Pero, a fin de cuentas, prima el producto final por sobre cualquier cosa; enmarcando a la perfección la época dorada audiovisual en la industria musical, donde Guns N’ Roses pegó en el clavo con una muestra magistral.
Hola Gonzalo y equipo Nación Rock!
Maravilloso el mes dedicado a Guns N’ Roses, se los agradezco de corazón al ser mi banda favorita de la vida.
Y por lo fanático que soy, es que no puedo evitar darte el dato que esta trilogía no sólo fue editada en VHS, sino también en Laserdisc, formato que tuvo algo de auge en los 90s, pero que finalmente cayó ante la masividad del DVD. GN’R publicó la citada trilogía y el famoso concierto en Tokio en este formato. Aquí un link del Laserdisc de Estranged: https://www.discogs.com/Guns-N-Roses-The-Making-Of-Estranged-Part-IV-Of-The-Trilogy-/release/5144793