Videografía Rock: «Welcome to the Black Parade» – My Chemical Romance
Dicen que uno al borde de la muerte viaja por aquel famoso «túnel negro» y ve toda su vida pasar. Y dentro de todos esos momentos que, según cuentan los que lo han experimentado y han vuelto para contarlo, vemos los momentos más icónicos de nuestras vidas muy rápidamente, en una especie de secuencia a mil por minuto, donde resaltan nuestros recuerdos de infancia y sin duda aquel momento favorito imborrable, ese que pasan los años y aunque vamos perdiendo memoria, sigue ahí más fresco que nunca.
Ese momento favorito, visualizado en forma de un desfile, es el que se le quedó clavado en su memoria cuando niño a «El Paciente», un enfermo de cáncer en estado terminal y el protagonista sin nombre de no tan solo este gran video, sino que de todo el concepto de The Black Parade, disco temático que gira en torno a enfrentar nuestra «último desfile», que justamente habla del proceso de «dejar ir», la vida y la muerte, los cuestionamientos de lo que hiciste bien o no en tu paso por la tierra y de cómo todos vamos a llegar a presenciar nuestro último desfile.
Todo facturado por una banda que surtió de una suerte de fenómeno a principios del nuevo milenio. El video, como así también el disco están llenos de detalles y arte, personajes secundarios que van agregando trama a esta gótica historia. Gerard Way investigó y se anduvo obsesionando con el tema de la muerte (bueno, en el ADN de My Chemical Romance siempre estuvo ello). Cosas como pinturas renacentistas del infierno, Juana de Arco y su valentía a la hora de enfrentar la hoguera, como así también el expresionismo alemán inspiraron a esta fúnebre historia audiovisual con tintes esperanzadores. Hay una vibra impresionante en él, porque si bien la historia es terrible (y nada más penoso que morir de cáncer en un estado deplorable) tiene algo de luminosidad y grandilocuencia que va desde esta cosa operática de musical de Brooklyn (fue un tema hecho en 167 pistas, vaya trabajo) como detalles enriquecedores de espíritu, como la entrega de una medalla (quizá por su vida ) al protagonista y la letra positiva y emocional, el insigne coro «Will Carry On, We Carry On!!!», hablando que la memoria de alguien que se va no se borrará jamás porque siempre hay alguien dispuesto a preservar tu existencia.
El video fue dirigido por un conocido Samuel Bayer, que cuenta en su CV con verdaderas piezas históricas audiovisuales como «Smells Like Teen Spirit» de Nirvana y el artístico “Until It Sleeps” de Metallica, y tiene un comienzo que de inmediato conmueve, pues vemos a El Paciente justo en el angustiante momento que fallece acompañado por las enfermeras mientras suena ese triste piano de la apertura, con My Chemical en la TV y empezando a oscurecer su semblante y desplegar toda esta imaginería de desfile de carnaval sombrío (más tarde Way reveló que los trajes de que usaron los músicos quisieron ser algo así como una versión oscura de Sgt. Pepper de The Beatles) encontrándose con los personajes que se habla en el disco: Fear (Miedo), Regret (Arrepentimiento) y Mother War, la mujer que viste un vestido largo con una máscara de gas y que incluso, gentileza de las gestiones de Rob Cavallo, el productor del disco, fue interpretado por Liza Minelli en el segundo verso del tema «Mama» del disco. El Paciente acá entra en el dilema de donde va a ir a parar, al recuerdo de su padre junto con los personajes que se encuentra, y presume que probablemente es el infierno, debido a la vida que tuvo y en eso se centra esta grandilocuente parte de la historia, donde este desfile se transforma en el de toda su vida y su juicio moral.
El video tiene una doble sensación como lo que se elaboró en el disco, por cierto. Nos deja admirar que pese a ser un video que habla de la muerte de un hombre, tiene mucha vida en él. Tenemos pena y tragedia, pero también muchas ganas, energía, esperanza y un final completamente abierto.
Making Of
Por Patricio Avendaño R.