La banda llega como parte de la gira "Power and Warfare", con la que llegarán también…
Whiplash – Power and Pain: La viva raíz del thrash metal por excelencia
1985-The All Blacks B.V.
Whiplash, el trio thrash old school proveniente de Nueva Jersey y, al igual que sus compañeros residentes de NJ, Blessed Death, tocaban un estilo de thrash/speed metal tradicional muy propio. Operando como un trío y con la llamativa coincidencia de tener 3 Tony, (Tony Portaro, voz y guitarra, Tony Scaglione, batería y Tony Bono, bajo) poseían uno de los sonidos más densos del thrash de principios y mediados de los 80. Cuando se trataba de escribir canciones, estos muchachos eran simplemente increíbles. La banda estilísticamente, tiene similitudes por ejemplo con, Exciter, los primeros Anthrax, Hallow’s Eve, además de un poco de Nasty Savage,
Tocaron un estilo de thrash con poca o ninguna influencia de Slayer, pero con una conexión directa con Judas Priest y las raíces del metal. Cruza este sonido tradicional con la velocidad del hardcore punk y te acercarás a Whiplash.
Power and Pain, álbum que debería estar en la colección de todos los fanáticos del thrash, con 35 minutos de puro thrash/speed metal, lanzado a mediados de los 80, tal vez no hizo mucho ruido, no por su sonido sino más bien al ser opacado por otras bandas del mismo estilo, que por esos años la rompían en todo el mundo, como, Metallica con Master of Puppets o los propios Slayer que se llenaba de elogios con su Reign in Blood, que es sino el mejor album thrash metal de todos los tiempos.
Frente a lo dicho, la banda de Nueva Jersey y su debut Power of Pain no tenían como competir ante estos gigantes y veloces metaleros ultra nombrados, hay que sumarle la portada del álbum que es un dibujo hecho a mano alzada donde una mano robótica quiere reventar la cabeza de un infortunado calvo, y además, la tipografía estilo rayado de cuadernos completa una portada, que además se cubre de electricidad maquiavélica, y a pesar de esto, el trio le da una velocidad, potencia y solidez a un álbum no apreciado, pero que es la viva raíz del thrash metal por excelencia.
El álbum comienza con “Stage Dive», una vez que termina la introducción de ritmo medio, los tres Tony no dejan de patear traseros. Con letras como, “¡Thrash to kill! ¡La sangre se derramará!” la canción realmente te dice qué esperar de este álbum. El siguiente es «Red Bomb», que es la canción menos memorable del álbum. Tony Portaro tiene una voz excepcionalmente rasposa que encaja perfectamente con la música, especialmente en “Last Man Alive”. También es la canción más lenta que escucharás en el disco, pero una de las mejores. Tras la más lenta, llega la canción más pesada, «Message in Blood», un thrasher crudo y solido sin parar.
A mitad del álbum, tenemos a «War Monger». Whiplash, una vez más, entrega y golpea la cabeza. La siguiente canción es un clásico con solo escuchar el riff principal de «Power Thrashing Death» hará que quieras subir el volumen. Tony Bono tiene un gran tono de bajo a lo largo de todo el álbum, pero sobre todo en esta canción. Este tema también viene equipado con un estribillo algo largo.
«Stirring the Cauldron» se ve algo eclipsado por la pista anterior. Power and Pain remata con posiblemente la mejor canción del álbum, «Nailed to the Cross» que es el vivo reflejo del thrash sucio, malvado, infame y rudo de los ochenta, filosos riffs, potentes bajos y la aplastante y violenta batería de Tony Scaglione.
Power and Pain sigue siendo uno de los álbumes de thrash más crudos, primarios y honestos jamás grabados. A diferencia de muchos de sus compañeros, la banda de los tres Tony nunca alcanzó el estrellato mundial. Quizás todo el refinamiento del mundo no podría hacer que esta bárbara banda fuera “amigable para el consumidor”, lo cual era parte de su encanto. Siguieron adelante, lanzando dos álbumes asesinos más en Ticket to Mayhem (1987) e Insult to Injury. (1989). Portaro sigue siendo el único miembro constante de la banda, disolviendo y reuniendo a la banda en un par de ocasiones. Sin embargo, y durante los últimos 15 años, la banda se ha fortalecido, tocando en festivales de todo el mundo, demostrando su vigencia y legado dentro del status under thrasher mundial.
Whiplash vuelve a Chile después de media década para presentarse el próximo 18 de mayo desde las 18:00 horas en el Teatro Cariola.
Las entradas para el show se encuentran disponibles a través de Passline con los siguientes precios:
Preventa 1: $15.000 (primeros 100 tickets)
Preventa 2: $20.000 (sólo 200 tickets)
Entrada General: $25.000
Palco: $30.000
*Valores sin cargo por servicio
*Evento para mayores de 18 años