Yussef Dayes: Un baterista bisagra entre lo nuevo y lo clásico del jazz

Yussef Dayes: Un baterista bisagra entre lo nuevo y lo clásico del jazz

El baterista inglés será uno de los números principales del denominado Tiny Fest que tendrá lugar este 12 y 13 de noviembre en el Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins. Su presentación será el martes 12 específicamente.

El estilo de Yussef Dayes ha destacado en la escena vanguardista del jazz sobre todo en los últimos diez años al menos. Sus colaboraciones y obras propias han sido elogiadas hasta el hartazgo por fans y prensa especializada.

Un estilo propio donde el virtuosismo y el manejo bien cuidado de su instrumento son elementos que lo hacen destacar con luces propias. Al ser un músico profesional abocado al estudio e interpretación de la batería, Yussef ha logrado entender el manejo de las dinámicas, tensiones, silencios y acentos de su instrumento con una identidad propia. Él mismo declaró en algún momento que “se asegura de que cada golpe en la batería tenga un propósito, poder y fuerza vital”. Al diseccionar y escuchar con atención su música se entiende el porqué de esta declaración.

El jazz y fusión interpretado por Yussef tiene una amplia gama de técnicas interpretativas. Sus golpes y uso de las baquetas dinamizan su sonido; golpes fuertes, sutiles, arrastrados. Un largo etcétera usado en función de la batería. Como buen baterista de jazz, Yussef entiende la batería como un instrumento musical en su totalidad, no solo como una caja de ritmos dedicada a marcar el pulso y los cambios de compases.

Como primer antecedente Yussef comenzó a dar sus pasos profesionales en la música con el proyecto “United Vibrations”. Banda donde trabajó con sus dos hermanos, Ahmad y Kareem y un amigo de la familia, Wayne Francis II. Una propuesta donde el jazz afrobeat es relevado en el álbum “The Myth Of The Golden Ratio” (2016).

Igualmente en 2016 el baterista comenzó a recibir más atención mediática gracias a su colaboración con Kamaal Williams, músico inglés con quién grabó el álbum “Black Focus”. Una obra con características afro jazz; sus canciones rememoran a un jazz primigenio; de mucha influencia negra en la voz y las percusiones, pero con colores y sonidos actuales más apegados al funk y a una exploración jazzística vanguardista con sintetizadores y bajos potentes. Una bocanada de aire fresco para la escena del jazz fusión. Un álbum con un sonido tan imprevisible como atractivo, ciento por ciento puro jazz.

Hasta la fecha, su gran salto como profesional lo logró con la facturación y publicación de su primer álbum como solista, bautizado como “Black Classical Music”. Un título que homenajea a esas raíces afro del jazz. Un género que históricamente nació como música de marginados y que solo con el tiempo fue sofisticando sus modos y expresiones. Junto a la colaboración total del bajista Rocco Palladino, el álbum logra sintetizar en sus diecinueve pistas un jazz de mucha actitud al adoptar influencias del reggae, el funk, soul y el R&B incluso. Influencias tenues pero presentes a lo largo del álbum.

En concreto, “Black Classical Music” refleja toda esa intencionalidad y foco que Yussef entrega en la batería. En cada corte las armonías y melodías se sienten abiertas, con mucho espacio. Cada instrumento respira y tiene su momento de protagonismo. El piano, la guitarra, el saxofón, el bajo. Cada una de las capas tiene su momento y en función de aquello Yussef Dayes acelera, disminuye o acentúa el ritmo. Ritmos que a ratos también son melodía y armonía.

En su repertorio, lo más laureado corre por parte de “Chasing The Drum”, por ejemplo. Una canción cuya batería tiene fills y acentos versátiles que conducen al tema por diversos momentos de mayor o menor tensión. Una batería que navega en una instrumentación simple y liviana. Una sinergia entre lo complejo de las percusiones y lo sutil del saxo, el bajo y el sintetizador.

También destaca “Gelato” con el uso de stacks, un tipo de platillo de sonido seco usado para matizar y marcar acentos, así como “Presidential” donde la colaboración del pianista Jahan Sweet le da una base melódica constante a los fills y compases de Yussef.

El baterista colaboró con varios músicos para la creación de su álbum. Pudo haber simplificado todo con sampleos, pero el espíritu jazzístico de colaboración y creación lo inclinaron a juntar fuerzas con el virtuosismo de otros artistas. Otro ejemplo es la voz soul de Jamilah Barry, quien se luce en “Woman’s Touch”. Y en “Marching Band” la voz de Masego, músico y cantante jamaicano, brilla con sus matices e intensidad vocal. Yussef también nos brinda una sensibilidad muy personal al utilizar grabaciones de su pequeña hija Bahia Dayes en la canción “The Light”. Un tema que refleja un bello gesto para la posteridad y que demuestra la sensibilidad y apertura de un artista que materializa sus emociones a través de la batería.

Yussef Dayes nos regala una perspectiva única de la batería. El inglés entiende este instrumento como una verdadera caja de pandora donde los ritmos y posibilidades son iguales al infinito. Un artista versátil, sensible y llamado a ser uno de los grandes del siglo XXI. Por primera vez en Chile, se espera que Dayes nos sorprenda en su presentación este próximo 12 de noviembre en el Teatro La Cúpula.

Las entradas para el Tiny Fest están disponibles a través del sistema Ticketmaster.

Cristopher Andrade

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