Carcass en Chile: Bajo el acecho del bisturí

Carcass en Chile: Bajo el acecho del bisturí

Este domingo en las dependencias del Teatro Caupolicán, se vivió el retorno de los ingleses de Carcass a nuestro país, la cuarta desde su primera actuación en la capital el año 2005. En promoción de su disco más reciente, “Torn Arteries” (2021), los dirigidos por Jeff Walker se tomaron el teatro de la calle San Diego, para demoler el recinto en una hora y veinte minutos de recital.

Fotos: Jerrol Salas 

Para calentar motores, Pentagram Chile, la legendaria agrupación nacional, fue la encargada de abrir la fiesta. Habiendo estrenado su último trabajo de estudio hace unas semanas, “Eternal Life of Madness” (2024), los chilenos realizaron un show letal donde presentaron material nuevo además de tocar los clásicos de su catálogo. “El Imbunche” inició la presentación del cuarteto, gozando de un sonido sólido y el enérgico apoyo de la audiencia. “Possessor” y “Demoniac Possession”, cerraron la presentación de los compatriotas, dejando el terreno listo para el arribo de Carcass.

Veinte horas en punto, las luces del recinto se apagaban y una pista introductoria daba el paso a los cuatro músicos británicos que dieron el puntapié inicial a su concierto con “Buried Dreams” y “Kelly’s Meat Emporium”, en un doblete que despertó el caos en el teatro y el mosh pit en medio de la cancha. El sonido se mantuvo contundente durante la totalidad de la presentación, dando principal énfasis a la voz de Jeff Walker, que se escuchó demoniaca y gigante en una noche que comenzó de la mejor manera posible. Todo estaba en su lugar y canciones como “Under the Scalpel Blade” y “This Mortal Coil”, continuaron la comparsa de brutalidad.

La entrega de los asistentes fue total, incluso más cuando el frontman señaló que los fanáticos de Argentina habían sido el mejor público de su gira por Sudamérica, lo que obviamente provocó el fervor del respetable. Circle pits cada vez más grandes, una bengala prendida por un miembro de la audiencia iluminando el caos en la cancha, las voces de cientos de metaleros secundando los rugidos de Walker, fueron las postales más memorables que nos dejó este nuevo paso de Carcass por Santiago. La fusión de “Ruptured in Purulence” y “Heartwork”, seguida de “Tools of the Trade”, nos llevaron a la salida falsa de los músicos, minutos de pausa preciosos para poder recargar energías y recibir el encore.

El gran final de la velada llegó de la mano de una de las composiciones más grotescas de los ingleses. “Genital Grinder”, corte que abre la primera placa de la banda, “Reek of Putrefaction” (1988), la que sacó a relucir la faceta más extrema -y repugnante- del grupo, la que, obviamente, fue celebrada con dicha por el respetable. Los últimos minutos de metal extremo estuvieron dedicados a la etapa más temprana y visceral del conjunto, con “Pyosisified (Still Rotten to the Gore)” y “Exhume to Consume”, bajando el telón con la fiesta en alto y dejando a todo el mundo con ganas de más. A siete años de su último concierto en suelo nacional, Carcass regresó a Chile para volver a ponernos bajo el acecho de su afilado bisturí, recordándonos que son los reyes de su estilo y entregándonos un espectáculo impecable.

Por Sebastián Zumelzu 

Sebastian Zumelzu

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